UN CABALLERO EN UNIFORME ESCOLAR

CAPITULO 67: GRADUACION

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Dos años después.

Una noche a finales de agosto, el calor está en pleno apogeo y las cigarras siguen chirriando en el suelo vaporoso.

Bajo el letrero neón de un gran bar de karaoke, grupos de estudiantes salen de las puertas de cristal abiertas por el camarero.

De los tres que encabezaban el grupo, el del medio aparentemente sostenido por los dos que estaban a su lado, estaba borracho, con las mejillas rojas y los ojos borrosos por el alcohol.

Cuando el viento nocturno sopló fuera, se estremeció y preguntó: "¿Dónde está nuestro Delegado? ¿Por qué ha desaparecido el Delegado?"

"Hermano Qiao, no le busques, Maestro Yu ha ido a pagar la cuenta". Unas chicas en la multitud detrás de ellos se rieron y respondieron.

Entonces alguien replicó borracho: "Ey, ¿porqué seguimos llamándole Maestro Yu? Nos graduamos hace dos meses... la Escuela Secundaria D ya no es más que nuestra alma mater".

"Creo que con su rostro, el Maestro Yu será el escolar más atractivo cuando llegue a la Universidad T."

"Si." Susurró alguien: "Era un poco bajo en su segundo año de instituto, pero ahora mide más de 170. La altura estándar de un novios."

Algunos chicos aprovecharon para burlarse.

"Las chicas de nuestra clase no son lo suficientemente buenas. Ya se han graduado del instituto y todavía no han ganado el primer amor del Maestro Yu."

"Oye, tal vez Yu Rui lo tenga desde hace tiempo, sólo que no lo sabemos".

"¡No, imposible! ¡El Maestro Yu es tan puro e inocente! Obviamente está concentrado en sus estudios, ¡no está enamorado!"

Sin saber qué palabras estimuló al borracho que encabezaba el grupo, es decir, Qiao Shengyu, que insistió aún más en buscar a Yu Rui.

Después de un tiempo, algunos de los estudiantes que aún estaban sobrios finalmente llamaron a Yu Rui y lo arrastraron hasta Qiao Shengyu.

Yu Rui era el que más había bebido esta noche y en este momento veía las cosas borrosas. Sin embargo, su razón y paciencia eran eran más elevadas que las de la gente común, y aunque estaba muy estimulado por el alcohol, sus palabras y acciones no eran diferentes de los de siempre.

Al ser arrastrado frente a Qiao Shengyu, Yu Rui se estabilizó y preguntó a las dos personas que estaban a su lado: "¿Qué le pasa?"

"No sabemos." Dijo la persona que estaba a su lado con una sonrisa exasperada: "El Hermano Qiao de repente grito que quería verte."

Tan pronto como termino de hablar, Qiao Shengyu, que tenía la cabeza caída, levantó la cabeza y miró alrededor: "¿Dónde está? Creí que había dicho que iba a venir".

"... aquí." Yu Rui extendió la mano con impotencia y la agitó delante de los ojos del joven.

"Ah!" Qiao Shengyu miró al chico que tenía enfrente con rasgos cada vez más atractivos con camisa blanca y sonrió como un imbécil: "Hermano Rui, estás aquí".

"¿Quieres algo de mí? Espera hasta mañana cuando estés sobrio".

"¡No, no!" Qiao Shengyu agitó su mano vigorosamente: "¡D-debemos hablar ahora!"

Yu Rui no tenía forma de discutir con un borracho, así que sólo pudo mirar a los que estaban a su lado para que llamaran a un taxi, mientras intenta calmar al borracho: "Entonces hablemos".

Qiao Shengyu retiró su mano temblante y soltó una risilla mientras miraba a Yu Rui: "Hermano Rui, todos... dicen que nunca has estado enamorado. Sólo yo lo sé, ¡mentira, todo mentira!"