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Antes de salir verificó el camino hacia el subte. Vio a Tobías, aun remoloneando en la cama. Era obvio que el jet lag le pasaba factura y no le extrañaba que la llamara más tarde para decirle que no iba a la oficina.

Le dio un beso tibio en los labios y se encaminó a la estación de Plaza Italia de la Línea D de subte para hacer combinación en la estación Carlos Pellegrini y luego con la Línea E, la cual la dejaría en la zona de Catalinas, desde donde tendría que caminar mucho menos.

Festejó ese pequeño beneficio y aunque estuviera molida por su intensa noche de reencuentro y placer, ensayó su mejor sonrisa apenas viera a Analía, quien querría todos y cada uno de los detalles. Se los había ganado, sin dudas.

Tomó asiento en su sitio y miró la pequeña torre Eiffel junto a sus llaves.

―Algo me dice que se reconciliaron...―Analía casi la mata de un infarto.

―¡Ana!

―Nací para tiiii...aquí me tienes...―Cantó las estrofas de la mítica canción del programa de Roberto Galán, en el cual se presentaba gente en busca de pareja.

―Shhh....

―Shhh... ¿Qué? ¡Que se enteren que nada va a destruir ese amor!

―Gracias...―Dana se le acercó al escritorio mientras su amiga colgaba su cartera y abrigo en el perchero de lado. La abrazó fuerte. ―Gracias, muchas gracias...

―Me vas a hacer llorar, tontona.

―Es que estoy emocionada.

―Entonces no se acuchillaron en la cena.

―No, fue una cena interesante. Muy cargada, emocionalmente hablando.

―Mejor. Merecen ser felices.

―Yo aun no le conté todo mi tema con Juan José ni cómo conocí a Jorge.

―Bueno, ya saldrá el tema, pero tampoco te lo guardes todo. Él te va a saber acompañar, no lo dudes y por lo que vi, esas llaves con ese souvenir significan algo.

―Compró un departamento hermoso en Palermo un día antes que estallara la bomba. Había estado misterioso porque quería darme la sorpresa...―Analía fingió no saberlo ―. Me propuso que vaya a su casa, que intentemos convivir.

―¡Qué lindo!

―No sé...la última vez que viví con alguien no fue una buena experiencia ―Roló los ojos, pensando en la pensión y en los días que pasaban en lo de Juanjo.

―Es solo cuestión de dejarse llevar, no te anticipes...¿Viste que te dije que te ama? ¿Vos te pensás que un tipo tan acostumbrado a la soltería, a living la vida loca, se ataría a alguien porque sí? Si te pidió eso es porque te ama, no hay más vueltas. ―Ella coincidió en que era cierto, que de no sentirlo no habría comprado un lugar propio teniendo en cuenta sus gustos y expectativas.

Desconociendo en qué momento volvería a la empresa, Aldana organizó la agenda de Tobías postergándole las reuniones hasta el lunes siguiente. Sin embargo, contra todo pronóstico, él apareció a las 9 de la mañana con su impronta característica.

Las chicas que ocupaban tres escritorios cercanos a la salida del ascensor, seguían sonriéndole con descargo al jefe, sin importarles que Aldana estuviera presente, siendo testigo de su descaro.

De lejos, notó cómo le coqueteaban, pensando en que quizás, él y la secretaria habían cortado la relación tras la confusa publicación de la fotografía con la artista francesa.

Aldana no estaba dispuesta a dejarse avasallar. Tubo de teléfono de la oficina en mano, le ofreció amablemente a quien estaba del otro lado de la línea contactarse en otro momento.

"Pura Sangre"  (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora