29

291 19 0
                                    

🍯 Jinah

El par de semanas pasó corriendo, en realidad así estaba pasando el tiempo desde que me había dado la oportunidad de experimentar esta nueva sensación junto con Baekhyun. ¿Me arrepentía? En realidad no, ¿me gustaría cambiar algo? La verdad sí.

Ver a Jimin en las sesiones de Wonhong se hacía pesado pero mínimo no entablábamos conversación trascendental, los temas los resumíamos en su salud y la de nuestros padres, además sobre el pequeño alumno que tenía. Al menos no mencionaba a Junhong, estaba agradecida por ello.

El único pendiente que tenía con Jimin se sintetizaba obviamente en Byun Baekhyun, y era la fecha en que no resolvía cómo abordarlo.

Por el otro lado ahora me debatía entre ir o no a hacer una locura con mi...novio. Todavía me estaba acostumbrando a ello y me gustaba como se escuchaba pensar en su nombre junto del mío. Pero esto era una locura que rayaba en la idiotez.

Ir a un centro comercial lo hacía ver más chiflado de lo que parecía estar. Tenía mucho miedo de que alguien nos viese, sin embargo ya me había dejado embaucar lo suficiente y estábamos a un sólo paso de la puerta de entrada a la plaza. Lo único bueno de esto es que el estacionamiento estaba casi vacío por ser muy temprano.

Veníamos a buscar un presente para la visita que le haríamos a Chanyeol y a Sunbin en su nueva casa. De cierta forma me sentía feliz poder ser incluida en su círculo de amigos, me hacía sentir parte importante de él.

―¿Estás seguro de esto? ―cuestioné tal cual un total manojo de nervios.

Baekhyun no respondió nada y simplemente me jaló consigo al interior de la plaza. Obviamente iba en cubierta y yo de igual forma, aprovechando que las lluvias de verano se avecinaban, las sudaderas y los cubrebocas no se veían tan fuera de contexto. Aun así yo tenía muchísimo miedo de que alguna loca fan pudiese reconocerlo.

Efectivamente no había tanta gente, la mayoría de los comercios a penas y comenzaban a abrir así que las personas presentes eran prácticamente los trabajadores. Eso no evitaba que me sintiera ansiosa y nerviosa, creo que hasta estaba sudando de las manos.

―¿Qué será bueno para el orejón? ―se preguntó a sí mismo.

―Es un regalo de pareja Baek, tiene que ser para ambos.

No es que fuera una experta haciendo regalos pero era algo obvio, es como un regalo previo a una boda. Eso me recordaba que tenía una boda en otoño y si todo iba bien, tal vez serían dos bodas.

―Eres tan inteligente, honey ―respondió entre risas―. ¿Qué te gustaría a ti? ¿Qué te hace falta?

Creo que no me di a entender o él no quería escucharme.

―¿A mí o a Sunbin? ―negué seriamente y lo detuve―. Sólo piensa en algo que quisieras para tu casa, es como un regalo de boda.

―¡Por eso! ―replicó tomándome de los hombros―. ¿Qué nos hace falta en el departamento? De ahí podemos partir.

¿Nos estaba viendo como una familia? Mas bien ¿cómo una pareja? Bueno sí lo éramos y vivíamos juntos pero era distinto a lo que Sunbin tenía con Chanyeol, ellos estaban comprometidos. Había una distancia abismal entre lo nuestro comparado con lo de ellos.

No sabía qué responder.

―Mm ¿velas aromáticas?

Mi mente se había quedado en blanco.

―¿Cómo las que usaste en nuestra cita?

Debí prever que haría un comentario al respecto y de inmediato mi sonrojo se hizo presente porque esa velada fue muy linda y romántica, al menos para haber sido planeada en cuestión de horas. Deseaba volver a experimentar algo así.

Candy » BaekhyunWhere stories live. Discover now