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🍨 Jinah

―¿Segura que no quieres ir?

Jimin me había hecho la misma pregunta al menos diez veces en esta semana, y otras veinte veces durante todo el mes. Y por supuesto mi respuesta era siempre la misma, un rotundo no. Aunque por ser la fecha del justo día me hice el favor a mí misma y tenía la excusa perfecta para responder negativamente.

―Hoy tengo cita con la doctora ―respondí ingenuamente. Era el pretexto perfecto.

―¿En serio Jinah? Sabes no creo que mi sobrina o sobrino cambié mucho de un día a otro o que se molesté por no ir hoy a su chequeo.

Fruncí el ceño porque aunque sabía que podía retrasar mi cita, no quería tener la tentación de seguir a mi hermana al campo militar. Si con Junhong me dolió, con Baekhyun me desplomaría.

No podía verlo irse. De hecho no podía verlo sin querer darle una patada por aquellas frías que aseguraban que yo lo había olvidado, probablemente con alguien más. Por supuesto que estaba errado y no estaba dispuesta a que me hiciera un segundo rechazo.

Además tampoco quería ir porque implicaba estar rodeada de fans, de las cuales algunas me tenían en un pésimo concepto. No iba a poner en riesgo la vida de mi bebé puesto que esas locas podían lanzarme golpes o buenos empujones. Sería una estupidez absoluta ir a la boca del lobo.

―Yo opino que le des una última oportunidad ―intentó persuadirme Jimin mientras guardaba múltiples cosas en su mochila―. Estoy segura de cuando sepa que será papá no se podrá resistir.

Rodé los ojos y negué. Volver a ser rechazada sería un gran dolor para mí y no me arriesgaría.

Era obvio que Baekhyun pensaba que yo tenía un romance con alguien más. ¿Con quién? Sólo él y su imaginación sabían, y no estaba dispuesta a enfrentarlo por ello. Suficiente era con una vez.

―Jimin, te lo advierto. No vayas a hacer la tontería de gritar a los cuatro vientos que estoy embarazada. Primero porque habrá fans y segundo porque no sería muy justo de mi parte que se enterase justo hoy ―le advertí a sabiendas de sus alcances.

Con todo y todo no podía ser tan cruel de darle ese golpe emocional justo antes de aislarse de la sociedad por dos años.

―Qué aguafiestas eres hermanita.

―¡Jimin!

―¡Ya entendí, cielos! No le diré nada, lo prometo.

Una promesa era una promesa y en el caso de las gemelas las cumplíamos a pie de la letra. Con ello me quedé mucho más tranquila. 

🍨

Me encontraba sentada en la sala de espera de los consultorios aun cuando todavía faltaba más de media hora para entrar al consultorio de la doctora Park. Solía llegar temprano para poder beberme el medio litro de agua recomendado para antes de la ecografía y así le facilitara su trabajo a la ginecóloga.

La última y única vez era puntual sin embargo hoy la suerte no estaba de mi lado pues la asistente médica me pidió que esperaba un poco más ya que estaban retrasadas. No me quedaba más que esperar.

Decidí recorrer el largo pasillo de consultorios leyendo los múltiples panfletos de información y grabándome el orden de las especialidades médicas que se distribuían en cada puerta.

―La próxima vez vendremos con tus abuelos, dulcecito ―le aseguré tras leer lo importante que era el apoyo familiar en cualquier enfermedad. Me di unas palmaditas en el ya abultado vientre y me acerqué a leer otro cartel sobre la alimentación en los niños pequeños―. Espero no heredes el apetito de tu papá y me pidas pizza cada semana.

Candy » BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora