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🍯 Jinah

No dejaban de temblarme las piernas mientras esperaba impacientemente sentada en aquel inmenso salón de espera. Así estaba desde que se lo llevaron a la sala de operaciones y ni siquiera podía desahogarme con nadie puesto que Chanyeol se atenía a platicar arduamente con el señor de mediana edad que decía ser su representante.

Mi alivio llegó alguien se dirigía a mí, era el mismo Baekbeom. Cruzó unas palabras con el otro par antes de acercarse, y por fin pude sonreír aunque fuese por un rato.

―Creo que estaba menos nervioso mi hermano que usted, maestra Han.

Mínimo me había hecho reír un poco pero su aseveración me hizo sentir nuevamente ansiosa porque conforme pasaba el tiempo, más agobiante era la espera. Tenía que cambiar de tema sino sólo le daría vueltas a lo mismo.

―¿Cómo está su esposa? ―pregunté con amabilidad.

―Oh ambos estamos muy felices, estamos esperando ―respondió con una sonrisa de oreja a oreja.

Era obvio que lo estaría, no era para menos estar a la espera de un bebé. Se me hacía muy tierno y aquello me llevó a pensar en Beomgyu.

―¿Y cómo se lo tomó Beomgyu?

Torció un poco el gesto y luego de pensárselo un rato, logró responder manteniendo su sonrisa de orgullo.

―Pensamos que se alteraría pero lo tomó muy bien, como si ya lo sospechara.

Permanecí en silencio pensando que el niño no les había dicho desde cuándo lo sospechaba y yo tampoco diría nada. No traicionaría la confianza de alumno-maestra y menos con el sobrino de Baekhyun.

La espera se hizo menos larga pero igual fueron varias horas hasta que salió el cirujano a informar que ya sería llevado a la habitación donde dormiría una noche. Una noche completa pasaría lejos de casa, agradecía que la señora Hwang accediera a quedarse a cuidar a Mongryong hasta tarde. Aunque había sido una operación sencilla, lo que menos querían era correr riesgos por tratarse de que era su arma de trabajo y por ello optaron por dejarlo un día en observación.

Cuando nos avisaron que ya podíamos pasar a verlo, preferí que fueran los otros tres antes de mí. Todavía estaba nerviosa y quería calmarme antes de poder verlo.

Sin embargo antes de que alguno pudiese entrar, llegó un par de señores de mediana edad a un paso veloz yendo directamente hacia Baekbeom, el cual los saludó con un abrazo afectuoso. Supuse que eran sus padres.

Les di su espacio para que conversaran a gusto mientras daba vueltas sobre mí mismo eje esperando por verlo al fin pero entendía que lo primero era su familia y no iba a hacer ningún papel de imprudente.

No obstante a los pocos minutos había tres pares de ojos que me miraban de forma curiosa y fue, quien supuse que era su madre, la que se acercó a mí regalándome una sonrisa.

―¿Han Jinah?

―Mucho gusto señora Byun ―hice una reverencia de noventa grados y le regalé una sonrisa tranquila y libre de cualquier rastro de estrés.

Se veía amigable, igual que Baekhyun, con su característica sonrisa y un brillo en los ojos que delataba lo angustiada que estaba por su pequeño. Tenía un singular acento de Bucheon, la ciudad natal de los Byun y lo confirmé cuando volvió a hablar.

―¿No me recuerdas?

¿Debía de recordarla de algún lugar? Me puse más nerviosa cuando me miró con algo de emoción. A pesar de ser una madre de familia, tenía una sonrisa traviesa y eso me daba confianza sin embargo no lograba reconocer su rostro. Jimin jamás me había mostrado una foto de los padres de su amado, supuse que ni ella los conocía.

Candy » BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora