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🥠 Jinah

Había accedido, como una loca había aceptado la propuesta de Baekhyun, ¿por qué? Tal vez por probar algo nuevo o por pura adrenalina. A fin de cuentas ya no había nada que perder, lo peor que pudiese suceder era pasar tiempo con él.

Mi casera me había concedido una semana para que desocupara el estudio, tiempo suficiente ya que había decidido vender todo lo atractivo al ojo por internet. Sólo conservaría lo personal y lo valioso de mis pertenencias, los muebles y ese tipo de cosas eran inverosímiles. Cuando esto terminara regresaría con mis padres, tan pronto estuviesen las aguas en calma.

Al menos con la venta podría ganar un poco de dinero y la casera había accedido a regresarme el depósito de aquel último mes, lo cual ayudaría en demasía. Mi plan no era ser una carga para él, simplemente quería olvidarme un poco de todo, incluyendo a Jimin.

🥠

―Esta será tu habitación.

Baekhyun me había dado todos los pormenores del departamento, desde cómo encender la sofisticada estufa hasta como temperar el agua de la ducha, con todo y todo estaba siendo muy amable, sorprendentemente.

Sin embargo mi sorpresa aumentó al ver un cachorro salir de esa habitación. Era prácticamente igual que el de mi infancia, totalmente parecido a Miso.

―Ah sí, él es Mongryong ―explicó desinteresadamente pues tal parecía que estaba más interesado en saludarme a mí que a él.

No dejaba de girar su cola recortada ante las caricias que le daba y las palabras graciosas de chiqueo. No bastaron ni dos minutos para que me encariñara con el cachorro. Había prometido no hacerlo de nuevo pero sus ojos eran iguales que los de Miso, me sentí completamente encantada por él que era inevitable no sentir esa conexión nuevamente.

―Es hermoso ―susurré cuando por fin el amistoso perro se alejó de nosotros.

―¿Crees que también puedas echarle un ojo mientras estás aquí?

Ya me lo veía venir sin embargo accedería con tal de tener un techo donde dormir.

―Claro, no podría ser tan cruel de no hacerle caso ―comenté entre risas mientras veía directo al cachorro que daba vueltas intentando alcanzar su cola―. Si quieres hasta lo puedo pasear.

«¿Yo había dicho eso?», claro que lo había dicho y salió del fondo de mi corazón, había sido un ofrecimiento sincero que nos sorprendió a ambos. Hasta Baekhyun descompuso su gesto que había estado muy formal y serio pero no frío, todo lo contrario.

Dejé mis maletas que nada más contenían ropa y otras pertenencias personales, entre esas el marco fotográfico que había salido ileso y que prontamente volvería a tener otra foto, en esta ocasión de toda mi familia.

―Si quieres instálate, siéntete como en casa y con la confianza de tomar y hacer lo que necesites para estar cómoda.

Si algo no esperaba por parte suya era que fuese tan amable, como el mejor de los caseros o como el mejor de los amigos. En definitiva me estaba sorprendiendo totalmente.

―Gracias ―murmuré volteando mi mirada a la solitaria habitación.


🍦 Baekhyun

Había una gran muralla entre los dos y que por lo pronto ninguno estaba dispuesto a derrumbar, al menos no por lo pronto. Jinah parecía muy neutral, si lo estaba haciendo lo más probable es que era por su familia, ni siquiera tanto por ella. Por el otro lado yo lo hacía por lo mismo que decidí llegar a la casa de la familia Han, aun cuando podía encontrarme con la loca de su hermana, tenía ese sentimiento de culpabilidad que debía de eliminar sino no podría estar en calma.

Candy » BaekhyunWhere stories live. Discover now