Lights | ᴠᴍɪɴ

|| VII ||

Los celos y sospechas de Wheein

Jimin pensó en miles de planes y pretextos para poderle decir a Taehyung que no iba a poder ir al centro comercial con él, pero después de pensarlo un rato más, se dió cuenta de que no iba a ser capaz de dejarlo plantado. No iba a ser un mal amigo y una mala persona. Entonces se arregló lo mejor que pudo y salió de su casa a dirección a su cita. Claro, de amigos.

En el camino se estaba tragando sus ganas de darse la vuelta y regresar a casa, así cómo los nervios y los pensamientos negativos. Pensó que si pudo aguantar por muchos meses soportar sus sentimientos y él ni cuenta se había dado, por qué hoy lo haría.

Llegando al lugar citado, observó como en la entrada del centro comercial estaba Taehyung de espaldas, y podía reconocerlo a kilómetros. Sonrió por sus adentros acercándose a él alegremente, olvidándose de sus pensamientos anteriores y solo imaginándose como sería su encuentro con Taehyung, pero unas manos alrededor del chico que le gustaba aparecieron en su cintura, haciendo que frenara solo un par de metros detrás de él.

Creyó que se había confundido de persona, que ese no era su amigo, pero era casi imposible que se haya equivocado. Y lo confirmó, cuando Taehyung volteó a verlo, además de la mirada de su novia también cayera en él.

Mierda...

Pensó estando estático frente a la pareja.

¿Cómo no se le vino a la mente de que ella iba a estar ahí?  Si son como uña y mugre, y nunca se separan.

Volvieron todos aquellos recuerdos de la última vez que estuvieron los tres juntos, y se sintió sensible al recordar cómo lo hizo sentir ese día.

Quería huir y que la tierra se lo tragara en ese momento, regresar el tiempo o algo; pero definitivamente no quería estar en el mismo lugar que Wheein.

La chica también mostraba confusión al verlo, porque claramente tampoco sabía que Jimin vendría a su cita con Taehyung. A ambos los engañó.

Y Taehyung, con una sonrisa en los labios al observar que Jimin había llegado a tiempo.

― Oh. Me alegra que hayas llegado. ― musitó, ajeno a las miradas y expresiones de los otros dos.

― Tae... Nunca me dijiste que vendría él con nosotros... ― dijo Wheein, intentando ser lo más discreta posible, pero Jimin logró escuchar.

― Sí. ― contestó el pelicafé, observando a su novia y después a Jimin ― No les avisé a ninguno para evitar una discusión con ambos, porque en verdad quisiera que los dos se llevarán bien. Son mi novia y mi mejor amigo, y necesito que se lleven bien porque a partir de ahora convivirán más que nunca. Yo no tengo prioridades con ninguno y a ambos les voy a dar su lugar, pero eso significa que a veces necesitaremos estar los tres, ¿Bien?

Ni uno ni la otra comprendía lo que acababa de decir. Por primera vez concordaron de que eso era una tontería y que les sería imposible respirar el mismo aire juntos, pero si esa era la única opción para poder llevar la fiesta en paz y convivir con Taehyung, era algo que sacrificar.

Jimin quedó callado sin saber qué decir, hasta que la rubia tomó la palabra para desaparecer el momento incómodo en el ambiente.

― Tae... Cariño... Yo creo-

― No hay más objeciones y comentarios, Wheein. ― le interrumpió pelicafé ― Ya lo dije y espero que ambos acepten la propuesta.

Inmediatamente giró su mirada a Jimin, quien seguía encogido de hombros y con sus manos en su chaqueta, sin saber que responder. Segundos después asintió con la cabeza, no muy seguro de su desición, pero tampoco es que tuviera muchas opciones de dónde escoger.