Lights | ᴠᴍɪɴ

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Los hermanos Kim

Taehyung se encontraba destrozado el fin de semana siguiente después de hacer aquel trabajo en equipo, donde escuchó a Jimin decir que prefería a Jungkook en vez de él. Sentía una presión en el pecho que le estaba provocando que tuviera dificultad al respirar cada vez que se acordaba.

Quería volver a enamorar a Jimin para poder recuperarlo.

El pelicafé estaba más que arrepentido de no haber aceptado aquel sentimiento tan extraño y fuera de lo común desde que el rubio lo había besado, porque tal vez ahorita estarían abrazados en su cama, viendo películas y robándose besos cuántas veces quisieran.

¿Por qué no se había dado cuenta antes?

Taehyung se encontraba lamentándose en su habitación, acostado en su cama y viendo en su marco de fotos la imagen que tenía en ella, una que Jimin y Taehyung se habían tomado un día antes de sus vacaciones de verano del año pasado. Después, todo cambió al día siguiente.

―Mi Jimin... ―susurró dolido al observar aquella foto, dónde todo estaba normal con solo tenerlo a un lado, porque su presencia era lo mejor de su día.

―¡Si, le voy a decir!

―¡No Dahyun! ¡No!

Segundos después se pudieron escuchar unos gritos afuera de la habitación de Taehyung, que lo obligó sentarse en su cama para poner atención a lo que decían.

―¡Dahyun!

―¡Kim Taehyung! ¡Necesitamos de tu ayuda!

Al mismo tiempo que se escuchó aquel grito de aquella voz aguda, la puerta de la habitación del pelicafé se azotó y Taehyung brincó del susto. Después, dos pequeños se pudieron ver en la entrada del cuarto queriendo pasar.

Una pequeña rubia de tez blanca, pícara, risueña y traviesa fue la que azotó la puerta y la abrió, para que pudiera entrar y traer a rastras a Seungmin; un chico más alto que ella, pelicafé oscuro, tímido y poco travieso a comparación de la rubia; para que pudiera también entrar y hablara con su hermano mayor, Taehyung.

―Taehyung, debemos de hablar. ―musitó la chiquilla.

―No. No es cierto. ―dijo el otro hermano intentando zafarse del agarre de su hermana menor.

―¡Que sí!

El mayor de los tres no supo cómo pasó, pero de repente la más pequeña de los Kim hizo una maniobra para que Seungmin (el hermano de en medio) cayera al suelo y esta se le subiera encima para acorralarlo.

―¡Ayuda! ¡Ayuda! ―exclamó Seungmin con drama para que pudieran ayudarlo a quitarla de encima.

―¡Kim Seungmin! ¡Confiesa lo que le debes de confesar a Taehyung para acabar esto más rápido!

―¡¡Ahh~!! ―gritó el contrario al sentir como su hermana empezaba a pellizcarlo.

Aunque era una pequeña de catorce años y la hermana menor, tenía una fuerza estupenda como para torturar a su hermano mayor por un año, Seungmin; además que éste no era muy fuerte que digamos.

Taehyung estaba acostumbrado a este tipo de peleas por parte de sus hermanos, ya que la mayor parte del día se la pasaban discutiendo y peleando, pero también eran los hermanos más unidos y cariñosos cuando se lo proponían.