Lights | ᴠᴍɪɴ

|| XI ||

ZAYN (Feat.Sia)  --- Dusk Till Dawn

•°•°•°•

Trato

Jimin iba contento, ya que desde lo que vivió con Taehyung ese día en la librería, su mundo se había puesto de color de rosa. Se habían hecho más cercanos, se hablaban a diario de cosas triviales pero que aún así, a Jimin le encantaba escuchar.

Parecía que todo iba a su favor. Todo iba marchando bien, que incluso se olvidó del resto de sus amigos. Solo era Taehyung y él. Cuanto daría para que el resto de sus vidas fueran así.

Incluso, pensó que tal vez había una pequeña probabilidad de que pudieran estar juntos; aunque fuera mínima, él estaba feliz con aquella pequeña ilusión. 

Una hora antes, Taehyung le había escrito por mensaje que necesitaba verlo con urgencia, que le tenía algo importante que decir. Claro, el rubio se ilusionó más de lo que estaba. 

Venía sonriente, feliz, saludando a todos porque hoy no era motivo por cual estar triste; incluso el clima estaba a su favor, despejado y con un cielo azulado. Nada malo podía pasar. 

Eso creyó.

Llegando al restaurante cerca de la casa de Taehyung, entró buscando con la mirada a su mejor amigo, pero no había rastro de él; solo encontrándose con sorpresa a una rubia que ya conocía bastante bien para reconocerla, y no dudo en acercarse a ella para preguntar por su mejor amigo.

― Hola ¿Has visto a Taehyung?

― Hola a ti también. Yo estoy muy bien, gracias por preguntar. ― respondió la chica con sarcasmo al escuchar la mala forma en que Jimin la saludó.

― Perdón... ― respondió apenado.― Es que Taehyung me citó con urgencia y creí que estaría aquí puntual. ¿A ti también te citó? ― preguntó crédulo, haciendo que Wheein riera, provocando un escalofrío al rubio. 

― Taehyung no vendrá. ― y sorbió de la pajilla de su bebida azul. 

Jimin estaba totalmente confundido. ¿No lo había citado él? ¿Era Wheein quien lo había llamado? Que tonto fuí, se dijo así mismo.

― ¿Cómo es que-

― Hace un rato estaba con él y agarré su teléfono cuando estaba distraído y te cité. ― respondió serenamente, bebiendo de su bebida. 

Jimin se levantó de su lugar dispuesto a irse, ya que estaba más que enojado de la mala jugada que le había hecho la chica. Simplemente jugó con su tiempo.

― Yo no tengo nada que hacer aquí. 

Se había dado la media vuelta, pero antes de dar aunque sea un paso, la voz de la chica se hizo presente en sus oídos. 

― Claro que te va a interesar lo que te tengo que decir. 

Nada de lo que dijo la chica le había dado buena espina a Jimin, incluso sintió miedo a aquellas palabras y el tono que había utilizado. Su piel estaba chinita y no obtuvo otra opción que voltear a verla con inseguridad, pero enfadado. 

― ¿Qué quieres?

Wheein le hizo un señal para que se sentara frente a ella y este la acató. Se sentó desconfiado, pero atento a cualquier movimiento que la rubia hacía.