Lights | ᴠᴍɪɴ

EPÍLOGO

Un año después...

―Necesito de su ayuda. ―dijo Taehyung con una notable preocupación, ya que Jimin iba a regresar de Japón y después de muchos meses lo iba a volver a ver.

―Si... No tengo tiempo. ―respondió Yoongi, el aún novio de Hoseok quien estaba sentado frente a él, en medio de una cafetería donde el ahora rubio (sí, Taehyung se pintó el cabello rubio como Jimin) los había citado con tanta urgencia en la mañana.

El peligris se iba a levantar, cuando su novio lo detuvo agarrándole de la mano para impedir que se fuera. Solo así, Yoongi volvió a sentarse de mala gana, porque sabía que no podía contradecir a su novio.

―¿Qué quieres? ―bufó.

―Bueno... Cómo sabrán, Jimin regresa hoy de Japón.

―Ajá. ―respondió el contrario con desinterés mientras veía su café.

―Y bue- Ay como les digo sin sonar tan estúpido. ―siseó Taehyung cabizbajo y la pareja de novios se miraron desconcertados. ―¿Ustedes han hecho el amor?

―¿Qué?

Yoongi se empezó ahogar cuando escuchó al rubio con su café y Hoseok solo se sonrojó.

―Eso no se pregunta... ―dijo avergonzado el pelinegro.

―¿Lo han hecho o no?

―Por supuesto que sí, tonto. ―respondió Yoongi una vez que recuperó la respiración y dejó de toser.

―Entonces ¿Me podrían decir como se hace? ―preguntó Taehyung con un par de ojos suplicantes.

―¿En serio nos preguntas eso? Por algo existe el porno ¿No crees?

―Eso no es lo que busco. ―respondió ofendido. ―Ellos solo tienen sexo y yo no busco hacer eso con Minnie hoy.

―¿No crees que vas muy rápido con él? ―dijo Hoseok con un semblante preocupado, ya que se trataba de su mejor amigo y muy bien sabía, que Jimin era alguien aún sensible y virgen a sus diecinueve años, todo lo contrario a Taehyung quien ya tenía bastante experiencia. No quería que su amigo resultara lastimado.

―Hemos hablado todo este año. Ambos sabemos que queremos estar juntos, y además; Jimin ya no es tan inocente como crees. No te contó todo lo que hacíamos por videollamadas.

―Si. Omitamos eso. ―respondió incómodo y desviando su mirada.

Era cierto que Jimin y Taehyung nunca se dejaron de hablar por mensajes y videollamadas. Hablaban de cosas triviales de como habían sido sus días, hasta lo mucho que se extrañaban y contando los días que faltaban para verse. Únicamente se habían visto para las vacaciones decembrina, pero no más que solo citas.

Ambos estaban completamente enamorados uno del otro. Tanto, que no tenían ojos para los chicos o chicas (en el caso de Taehyung) que mirar, si ya tenían a su mejor amigo esperándolo.

A veces eran tan cursis, que incluso Taehyung se sorprendía de lo que podía llegar hacer estando enamorado; o a veces demasiados traviesos (en especial Jimin) a pesar de la distancia. Solo necesitaban su laptop o su celular para empezar con sus jueguitos cada fin de semana.

Taehyung mentiría si dijera que no le volvía loco aquella faceta de su amado, pero también amaba al chico tierno que desde un principio lo había enamorado.

Es por eso, después de haber tenido un gran maravilloso orgasmo, Jimin le había dicho indirectamente a Taehyung que el primero día que regresara, quería sentir la misma sensación que le provocaba su mano, pero con él encima.