|| XXVIII ||

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Taehyung

Aquellos besos que dejaban en su cuello y abdomen lo estaban haciendo jadear por sentirse demasiado excitado con cada toque de esos labios con su piel sensible y necesitada. Tenía los ojos semiabiertos y la boca ligeramente abierta mientras soltaba aquellas jadeos y gemidos graves. Los besos estaban descendiendo y el pelicafé delirando.

Cuando sintió que le bajaron aquel bóxer negro que tenía puesto, dejando su falo al frío aire no dudó en jadear y arquear un poco su espalda. Después sintió pequeños besos en lu longitud, hasta llegar a la punta y después ser devorada por aquella boquita que empezaba a succionar y lamer.

―¡Joder! ―exclamó Taehyung mientras deslizaba su mano a los cabellos de aquella rubia que le estaba dando la mejor mamada de sus dieciocho años.

Bajó la vista para encontrar aquella cabellera rubia chupándole el pene con ganas, pero no podía ver el rostro.

Detuvo el movimiento de sus caderas cuando sintió que aquellos labios habían abandonado su falo, gruñendo porque su pene seguía aún duro y doloroso. Quería seguir fallándole la boca. Aquella chica se iba acercando a Taehyung para llegar a centímetros de su rostro, quedando horcajadas de él y Taehyung obligándose a sentarse en su cama.

Mágicamente aquella chica había desaparecido porque ahora Jimin era quien estaba encima de él y sintiendo su respiración chocar con la misma que el del pelicafé, con ojos de lujuria, deseo y de querer seguir jugando al chico malo.

Muy lejos de asustar a Taehyung, este lo tomó de la cintura por más cercanía, haciendo que el culo del rubio hiciera fricción con su pene y ambos gimieran. Fue un deleite para Taehyung escucharlo.

Taehyung empezó a acariciar el rostro de Jimin con sus largos dedos, hasta llegar a sus labios donde los acarició con tentación. Quería que aquellos labios rosados y gruesos gimieran su nombre y lo bien que Kim Taehyung le haría sentir su polla dentro de él.

―¿A caso no me vas a besarme? ―cuestionó el rubio con aquella voz seductora, sabiendo muy bien que solo estaba provocando a un Taehyung caliente y con ganas de follarlo. Y no solo eso, sino que también él sabía que Taehyung no acostumbraba a besar a sus parejas cuando tenía sexo con ellas, ya que no le gustaba. Creía que los besos eran algo más íntimo.

Únicamente lo había hecho con dos personas. Con Yongsun y con Wheein.

¿Iba a besarlo? No había besado a Jimin desde aquella fiesta y Jimin no tenía la iniciativa de hacerlo ésta vez. ¡Pero Joder! ¡Quería sentirlo! ¡Quería sentirlo tan cerca de él!

Entonces sin pensarlo, lo besó.

Taehyung se despertó y se sentó en su cama rápidamente, con la respiración acelerada y jadeando. Miró al reloj y eran de nuevo las cuatro de la mañana.

―¡Oh, maldita sea! ―exclamó y se acostó tapándose el rostro por coraje y vergüenza.

No era la primera vez que tenía aquellos sueños y con Jimin de protagonista.

Cuando tenía quince, había empezado a tener sueños húmedos con Yongsun y después con una chica rubia pero que casi nunca veía su rostro por alguna extraña razón, pero sabía que tenía un culo de maravilla.

Poco a poco iba disminuyendo las visitas de aquella rubia hasta que Wheein apareció, pero tampoco se parecía a su ese entonces novia, era la misma con labios gruesos y rosados, con manos pequeñas y aquellos ojos de ángel. Muy, pero muy parecido a su mejor amigo.

Lights | ᴠᴍɪɴWhere stories live. Discover now