I N E X P L I C A B L E © +18 [Shadows #1] [Completa] ✔️ / Editando

¿𝑽𝒆𝒏 𝒑𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆́ 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒅𝒆 𝒔𝒖 𝒍𝒂𝒅𝒐?

Mi expresión facial se transforma en una de tremendo gozo a una horrorizada.
En primera ¿quién tiene los ovarios o pelotas para llamarme "perra"? En segunda y más importante lugar ¿quién mandó el mensaje? Porque si sabe que estoy rodeada de hombres (por muy feo que suene, no es en el mal sentido), significa que me ha estado acechando, y quien sea que ande escarbando donde no debe, lo hace muy bien, porque hasta ahora no me he dado cuenta.

Persisto en el estúpido shock que llegó a mi alma a penas presioné sobre el nuevo mensaje.
Hija, teeeengo miedo, teeeengo miedo.

Y yo que pensaba que la silueta era la única que me acechaba. Bola de metiches. Ascooooo.
Es irritante darte cuenta que vives vigilada, sin embargo quejarme no resolverá ni mierda.

Una oleada de temor atraviesa mi estómago, hiperventilo hasta más no poder.

Los brazos ultra reconfortantes de Matt rodean mi cintura, sus manos acarician mi panza de forma delicada. Su cabeza aterriza en hombro izquierdo, al ritmo que lee, se le corta la voz y al pronunciar la última palabra se transforma en un hilo delgado y vulnerable a romperse.

— ¿Hay algo que no me hasta contado pequeña? — inquiere reconstruyendo la firmeza en su tono.

— Hasta ahora te he dicho de todo, pero nunca he tenido conflictos con nadie, siempre evito meterme en estupideces — replico con la mirada fija en el móvil.

— ¡Ninguna pendeja o pendejo te puede venir a tratar como a una cualquiera, que no me llegue a enterar, porque lo descuarti... — interrumpo su furia desatada —. Matt, guapo, esta mujer me ha venido a llamar "perra" por el siempre hecho de vivir con ustedes ¿no te parece que más bien en envidia? Deja a la zorra esa, después de todo tú y la silueta me reguardarán, estaré bajo su cuidado y eso para mí, es más que suficiente — toco sus brazos, los acaricio para enviarle tranquilidad a su iracundo ser.

— Es que me caga que alguien venga a llamarte de esa manera solo por vivir con nosotros, puto asco de persona — escupe sin anestesia.

Apago la pantalla del móvil para pretendiendo liberarlo por completo de su ira.

Sus suaves labios se estampan en mi mejilla. Inclina su cabeza que descansa en mi hombro y me dice — Beth, es preocupante que alguien te llame de esa manera. Sabe donde vives inclusive con quién. Cierto es que permanecerás bajo mi cuidado y el de la silueta, pero eso no aniquila que esa personas te siga acechando — pronuncia angustiado.

— Guapo... No te martirices por una estúpida persona, disfrutemos el momento ¿si? Son contadas las ocasiones que la vida nos sonríe, y tenerte cerca significa que la vida ha decidido sonreírme, mejor dicho, sonreírnos — respondo dirigiendo mis ojos a los suyos, capaces de penetrar en los suyos.

— Tienes una maestría de cómo volverme loco ¿verdad? Porque no te saltas ni un detalle para hacerlo — despega su brazo derecho de mi cintura, lo lleva hacia arriba. Su mano acaricia mi mejilla derecha.

— Indagar en ese tema no es necesario — respondo casquivana.

— Eres un amor, nunca creí que le dijera eso a alguien — una chispa de felicidad rebota en sus ojos.

— Tú eres un amor, mira nada más — mi cabeza desciende hacia sus brazos.

— Dicen que no somos así por naturalidad, las personas nos cambian, e incluso nos transforman.

— Si de eso se trata, yo prefiero la opción dos para ti.

— Preciosura que me ha dado la vida, que jodido honor tenerte aquí conmigo.

Ay mana.. ¿Qué te digo? Ese dios griego me ha dejado boquiabierta ¡soy su preciosura!

Gritos de perra loca por todo el lugar, insertados.