¡𝑬𝒔𝒄𝒖́𝒑𝒆𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒗𝒆𝒛!

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—Esa mujer está pidiendo a gritos que le saquemos la verdad. —Espeta Matt, abriéndole al alma una ventana de furia.

—A todos, justamente a todos los hubieran capturado y ya estuviera cerrado el puto orfanato de no ser por la chismosa desgraciada esa. —Rex vocifera con rabia desde las entrañas.

—Lo malo es que no la podremos capturar ahora, pero me encantará verla confesando todo, y si no quiere, usen la fuerza —al decir eso me siento como toda una comandante dando órdenes.

—Usted solo deme las órdenes, mi coronela —. Matt me guiña con picardía.

—Perfecto, así será entonces, porque creo que ya se imaginan que ella se negará a hacer las confesiones necesarias —aseguro severa.

—¿Creen que le hayan pagado alguna suma jugosa de billetes? —nos pregunta Dax.

—Es más que seguro, mi estimado —le responde Asher, aludiendo a la elegancia con su tono de manera chistosa.

—Esa mujer se vendió prácticamente sabiendo lo que ellos llevan a cabo, pero saben... Pienso que seguramente esa mujer miró algo que no debía ver y el instituto le pagó para que cerrara el hocico, perdón la boca —dijo Asher.

—No pidas perdón, si ella en verdad recibió una buena cantidad monetaria sabiendo la realidad del orfanato, se merece cinco veces más del daño que ustedes sufrieron. —Digo sin un ápice de lástima.

—A veces pareciera que no tienes corazón Beth, pero esa mujer se lo merece —Dax espeta, torcido de rabia.

—Creo que ya es hora de dormir ¿no? —alzo mi voz para llamar la atención y hacer que reaccionen.

—Correcto, pero.. ¿dónde dormirás, Asher? Dax y yo dormimos en mi cama, Matt en un colchón no sé.... Antes de poder terminar la oración Asher me interrumpe:

—Yo puedo dormir a la par de Matt, después de todo somos como hermanos, aunque no hayamos convivido mucho —dice Asher.

—No será ningún problema —Matt lo expone, contento.

—Antes de todo comeremos unos sándwiches que nos dejó Junne, mi madre para el desayuno, pero no comimos, es importante que comas algo Asher, iré a calentarlos.

—Nunca alguien se había preocupado tanto por mí, gracias nena —Asher me agredece con una sonrisa de oreja a oreja.

Voy a la cocina a calentar los sandwiches en el microondas, Junne preparó 12 así que es perfecto para repartir tres sandwiches a cada uno.

Saco del microondas los sandwiches y los llevo todos en un solo plato hacia la sala, pongo el plato en la mesa y cada uno va agarrando su sandwich hasta al punto que no queda ninguno en el mismo, les digo a los chicos que esperemos media hora para acostarnos. Nos entretuvimos viendo una serie en Netflix y ni siquiera supimos de qué trata (obvio cruzamos miradas con Matt en más de un momento), la media hora pasa rápido, nos dirigimos a mi habitación, Asher sube primero, luego le sigue Dax mientras conversan detalles confusos de la serie, al parecer se llevan bien.

Me apresuro a subir atrás de ellos y Matt queda atrás de mí subiendo, siento un repentino agarrón en mi nalga derecha que provoca el sobresalto de mis hombros y pecho, volteo a verlo sorprendida por su atrevimiento y me guiña su ojo izquierdo, ese hombre no puede ser más pícaro porque ya ha alcanzado el límite.

Asher abre la puerta, y entramos todos en orden, cada quien se dirige a su lugar y en poco tiempo la habitación queda en silencio. Pestañeo tras pestañeo consigo adentrarme en mi sueño y en él aparecemos Matt y yo besándonos desenfrenadamente, ese muchacho ha conseguido meterse en mi cabeza como bala.

A penas amanece escucho ruidos misteriosos en sala, discierno que Asher está despierto al igual que yo, este me susurra:

—Son los gemelos, ya llegaron. —Asher asegura, según veo está emocionado.

—Bajemos a la sala y saquémosle la verdad a esa vieja —digo ansiosa de ejecutar lo dicho.

Nos bajamos de nuestras camas y nos dirigimos a la sala mientras Matt y Dax aún están dormidos, no duden que demoren en despertar. Al entrar en la sala vemos a los pelirrijos sentados en el mismo sillón frente al televisor aún apagado, se nota lo simpáticos que son, no se miran nada amenazantes.

—¡Heeeey! Los ocupamos desde ayer, pero me da gusto verlos, rojitos —entona Asher con fugacidad al abrazarlos.

—Seeee... Es que tú sabes, queríamos ser libres por un día —dice uno de ellos sonriendo.

—¡Ah! Lo siento nena, ellos son los gemelos Ivanov, el de la izquierda es Herodo y el de la derecha se llama Hellier, los podrás distinguir por que Herodo tiene un lunar en su cara y Hellier no.

—Un gusto señorita —me dicen al unísono haciendo que su tono se escuche idéntico al de un sonido computarizado.

—El gusto es mío —les digo risueña.

—Y ¿para qué somos buenos? —inquieren simultáneamente, tan perfectamente como sus rostros simétricos, estos chicos son clones el uno del tro.

—Necesitamos que vayan a la casa de el frente, espíen por medio de las paredes a la mujer y la interroguen en relación al orfanato Becker, ya que, ayer todos desaparecieron al llegar la policía y los reporteros, además, creemos que ella es la responsable. Todo la delata, trabaja para la compañía telefónica de esta casa y solo una persona que tenga conectes con el lugar, les pudo haber avisado que los denunciamos. —Nos explica Asher.

—Nos dimos cuenta de esa noticia ayer cuando pasamos por una tienda que tiene varios televisores en una vitrina, y no es nada, cuenta con nosotros, somos los mejores para sacar la verdad a quien sea que se nos atraviese —dice Herodo envuelto de arrogancia, cosa que me causa gracia

—Será un placer hacer que esa mujer hable —dice Hellier con la misma actitud de su hermano gemelo.

—Si pueden ir ahora, mucho mejor —expreso, entusiasmada.

—Es que iremos ahora, no hay nada que perder bella —me dice Hellier.

—Cuando la tenga dominada me avisan para ir todos y presionarla aún más —les dice Asher.

—Cuenta con eso —dicen al unísono.

Los gemelos se desaparecen como piezas de rompecabezas que se pierden en el aire, es desfinitivo, después de tanta sorpresa creo que ya nada puede sorprenderme.

—Cómo se supone que te avisarán? —le pregunto perpleja.

—Recuerda que todos tenemos telepatía querida, no será problema alguno.

—¡Qué alivio saberlo! —manifiesto emocionada.

—Me transmites tu emoción querida, ahora solo resta esperar el aviso de los gemelos y nos vamos a interrogar a la mujer —Asher me da una palmada en la espalda, una señal reconfortante y esperanzadora.

No tienen idea de cómo me emociona formar parte de todo este enredo, la adrenalina corre por mis venas.

I N E X P L I C A B L E © +18 [Shadows #1]  [Completa] ✔️ / EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora