I N E X P L I C A B L E © +18 [Shadows #1] [Completa] ✔️ / Editando

𝑫𝒆 𝒕𝒊𝒏𝒕𝒂 𝒏𝒆𝒈𝒓𝒂

Definitivamente esto va para largo.

Mis pensamientos abarquen distintas escenas en donde Dax no logra detener a Junne o cualquier otra posibilidad.

Vuelvo a la realidad, la misma que engloba a Matt junto a mí en la misma cama, si yo llego a comentar esto con cualquier ser humano, les aseguro que de manera instantánea morbosea sobre ello, por esa razón es que mis cosas privadas son desconocidas hasta por Junne ya que no cuenta con un minúsculo pedacito de tiempo para interesarse en mí. El único ser humano que conoce a detalle mi vida es Dax, digamos que es mi hermano de otra sangre.

Observo a Matt con detalle, luce como un angel caído del cielo, no me parece que fuese capaz de lastimar con su abominal fuerza, si alguien más estuviera en mi lugar me comprendería es como tener a un monumento en frente y temer hacer algo ante la reacción que puede manifestar si no le agrada lo que pasara, pero si algo he aprendido en la vida es que no necesitamos pensarlo más de una vez para ejecutar lo que deseamos.

—Tan novia y sin bonito —me digo en voz baja.

Esperen ¿así era?

Decidida a retomar lo del beso con Matt lo miro a sus ojos que aún permanecen cerrados, mi mano posa sobre su mejilla y no hay reacción alguna, Matt posee un aura intimidante aún en su estado inconsciente, así que toco son suavidad su cabello de manera que queda entrelazado en mis dedos, comienzo y empiezo a sobarlo, como aún no despierta entonces decido hacerle cosquillas con mis dedos en sus orejas, seguidamente su cuello y ¡victoria! Matt despierta con el ceño fruncido y al ver mi rostto su pecho practicamente brinca del susto, de igual manera siento que se me sale el corazón pues no esperaba su reacción.

Me observa con lujo de detalle mientras relaja poco a poco su ceño, yo quedo inmóvil sin saber qué hacer con mi vida en este momento y él rompe el silencio inesperadamente:

—¿Hacer? —me pregunta sin que pueda percibir alguna emoción en su rostro.

Eso lo interpreto como un "¿qué haces?",  continúo:

—¿Qué hago dices? Solo me refugio aquí porque mi madre ya llegó y se fue directo a su habitación, Dax y yo escuchamos sus tacones resonar como si me anduviera buscando y, él fue a la casita a hablar con Junne para inventarle que yo en estos momentos estoy en el baño de mi habitación. — Le explico haciendo ademanes.

—Aaaah —dice arqueando las cejas.

—Pero no te alteres, de todos modos si Junne trata de entrar a esta casa no lo conseguirá porque hace un rato que le puse seguro a la puerta, y si te sientes incómodo con mi presencia mejor me voy —le digo mientras me bajo de la cama y me voy alejando de él.

—No —suelta brúscamente y se mueve hacia adelante incado en la cama para alcanzar mi brazo, lo consigue, lo agarra con suavidad y provoca que me detenga y voltee directo a su brazo.

—No quiero darte esos sustos, solo iré a la sala...

—Ven —me ordena.

¿Y qué creen? Allá va bien mandadita la estúpida de Beth Havranek, que no reaccionaría así si se tratara de un chico cualquiera, pero Matt no es un chico cualquiera, es alguien que provoca que mi persona se estremezca con un solo toque o una mirada.

Él retrocede aun con sus rodillas sobre la cama y despeja un lugar en la misma, junto a él, no hayo qué hacer, tal vez sea por las corrientes nerviosas que me invaden momentáneamente, veo su desesperación cuando jala de mi brazo, me detengo con mi rodilla derecha, luego procedo a colocar la otra sobre la superficie en la que Matt se encuentra incado y quedo en la misma posición que él.

Matt me observa pausadamente de mi cuello hacia mi rostro y eso hace que me ponga de correr, pero al mismo tiempo me gusta ¡este tipo me va a volver loca de remate!

Inclina su rostro hacia al mío, me alejo como por instinto, entonces el empieza a inclinar su espalda con lentitud como un lobo feroz asechando a su presa, mis retrocesos no sirven de nada, él ya está por hacer total contacto conmigo, finalmente mi cabeza queda sobre la almohada y mi rostro frente al de Matt a tan solo unos milímetros. Mi pecho sube y baja velozmente por la tensión del momento, él se acerca a mis labios viéndolos como un jugoso trozo de filete haciendo que espere ansiosa lo que sea.

Baja su cabeza a mi cuello y me deja esperando el beso en mis labios, pero igual lo disfruto, besa mi cuello lentamente y esa situación produce jadeo sobre jadeo, aparta sus labios de mi cuello dejándolo húmedo para subir a mis labios ¡ahora sí se viene lo bueno! Primero besa mi labio inferior, luego el superior, luego nuestros labios se fusionan a su totalidad. Esos besos vienen acompañados de suaves mordidas que obviamente tengo que devolver.

Al cabo de unos  él separa sus labios de los míos, ahora mira perplejo mi camisa exactamente en el lugar donde se encuentran mis pechos interpreto su gesto como un "¿por qué sobresalen esas dos formas de tu piel?" .

Me rio por su curiosidad sobre los detalles femeninos. Veo como tiene la intensión de romper mi camisa y lo detengo antes de que me deje desnuda de esa parte, intervengo, le enseño que las camisas se deben quitar adecuadamente, no se rompen, él aprende rápido y tomo la parte superior de mi camisa para luego  pasarla por mi panza, pechos, hasta llegar al cuello y levantarla aún más para despojarme de ella por completo.

Mira mis pechos aún protegidos y por un momento sus ojos se tornaron negros por completo eso hizo mi presión enloqueciera, por fortuna su extraño cambio solo duró unos segundos, por el sujetador alza su dedo índice y lo palpa con cuidado, procede a hacer lo mismo con el otro y se acerca con la intensión de besarlos.

Un ruido nos asusta e interrumpe el momento:

Es Dax tocando la puerta, me pongo mi camisa, salgo corriendo de la habitación, le quito el seguro a la puerta y la abro, ahí se encuentra Dax sonriente.

—Fue pan comido.

—¿Hablaste con Junne? —le pregunto ansiosa.

—Sí, ella cree que estás en el baño de tu habitación arreglándote y hasta me invitó a tomar una taza de café con ella, hablamos de moda, de colores y fue agradable. Me comentó como siempre de su obsesión con los tacones.

—Junne siendo Junne, gracias por convercerla.

—De nada, ahora enfoquémonos en averiguar aquello que casi te vuele loca.