I N E X P L I C A B L E © +18 [Shadows #1] [Completa] ✔️ / Editando

𝑫𝒆𝒔𝒂𝒔𝒕𝒓𝒆

Rápidamente recupero el celular gracias a las manos hábiles de Herodo.

Otro mensaje, otros problemas, misma temática:

¿Ah caso tengo que asesinar más humanos apestosos para llamar tu atención Beth? ¡qué rogada eres mija! Ash, pero tenía que ser una Havranek. ¿En qué estaba pensando? No te extrañes si al llegar a casa te encuentras un regalito...

—Puta, ya jodimos — reniego de mi existente mala suerte.

—¡Ay no! ¿y ahora qué? — Hellier copia mi acción de renegar, claro ¿cómo no? Todos ya estamos hasta la coronilla.

—La zorra esta me está diciendo que no me extrañe si al llegar a mi casa me encuentro con un regalito.

—Pues antes de que entres tú, entraremos nosotros para verificar que todo esté en orden, puede ser una de las estrategias de esa perra ¡quiere meterte miedo! — la última frase sale desgalillada por lo alterado que está Dax.

—Concuerdo, además nos estámos acercando demasiado a la boca del lobo como para echarnos para atrás ahora — dice Asher.

—Bien, ya llegamos — dice Matt sacándonos a todos de nuestras suposiciones.

—Vamos, Beth quédate con los gemelos y Dax nosostros nos encargaremos de registrar el lugar — me veo señalada por el dedo de Matt y los miradas de preocupación de Rex y Asher.

—Me avisan, no importa que tan loco sea lo que noten, avísenme.

Quedo hablando sola después de los tres chicos salen del auto para corroborar la advertencia que me hizo la estúpida.

Veo la pantalla de mi móvil, son las 9:13 AM y a penas volteo para detallar mi casa através de la ventana del auto, un mal presentimiento me ataca. Un terrible mal presentimiento.

Veo a los chicos salir de la casa y con gesto de "¿qué le diremos?" se miran entre ellos, definitivamente algo pasa.

Matt sale disparado hacia mí al verme y me abre la puerta del auto —, tienes que ser fuerte, pequeña.

—¿Cómo que fuerte? — me quiebro al ver su lástima por mí.

—Ven —me toma de la mano, veo la fachada de mi casa, recuerdo a mi madre en el tiempo que me apreciaba tal y como era.

Esperen... ¿Y Rex?

—Te debes quedar aquí por tu bien ¿si? Lo último qur quiero rs verte sufrir Beth.

—¿Qué carajos pasa Matt? — expulso mi angustia llorando a mares incontrolables.

—Quédate aquí, estás mucho mejor...

No pudo terminar de hablar, me safo con brusquedad de su agarre, entro a toda velocidad, escucho quejidos, tos seca, todo aquel conjunto de sonidos provienen de la cocina.

Corro como loca desenfrenada y mi móvil cae al suelo al ver la escena:

Rex con Junne sus brazos tratando, la pobre está morada, se me parte el alma.

—¡Mamá! ¿qué hiciste perra desgraciada? — vocifero a la nada, siento flaquear mis rodillas, la fuerza me abandonó, caí al suelo de rodillas, empiezo a gatear por el suelo todo aquello en medio de un lagrimeo, como puedo me mantengo en movimiento a pesar de la debilidad que abarca gran parte de mi cuerpo en este momento.

—Beth, lo... Lo siento, no sé mucho de primeros auxilios, pero te juro que si supiera la salvarí...

—¡Carbón! — un oportuno recuerdo de la clase de química en secundaria sobresale.