I N E X P L I C A B L E © +18 [Shadows #1] [Completa] ✔️ / Editando

𝑼𝒏𝒂 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒂, 𝒖𝒏𝒂 𝒍𝒍𝒂𝒎𝒂𝒅𝒂, 𝒗𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐𝒔

Pelucitas, si no les salió el anuncio que hice pues ahora les digo que es importante que si no leyeron la parte final del cap anterior lo hagan, agregué 400 palabras, si vienen acá sin leer esa última parte que agregué que comienza desde que la pelirroja entra al salón, no van a entender.

Ya es la hora de receso para desayunar, las sombras,  Dax y yo hemos quedado de vernos en el jardín trasero porque la cafetería se llena demasiado a la hora de desayuno y no digamos a medio día. Matt está situado en el inicio de las gradas que conducen al primer piso, voy de camino a su paradero, él avanza al mirar mi paso precisado, ambos bajamos las gradas con prisa, Asher ya se nos adelantó porque el pobre se muere de hambre, comió muy poco en la mañana seguro.

El galán a mi lado me detalla el rostro con aires de angustia, aprovechando que hay pocas personas en el pasillo donde ahora caminamos Matt coge mi rostro con ambas manos con sutileza — ¿Pasó algo? ¿qué escuchaste? — inquiere plagado de estrés.

Me transmite su expresión — Una tal organización quiere mi cabeza en bandeja de plata y para colmo la encargada de destrozarme quiere mi cabeza en bandeja de plata — contesto con la vista puesta en un casillero.

—  Ninguna perra organización te tocará un pelo mientras yo esté aquí — me asegura imponiendo fuerza en el ambiente, todo un macho alfa empoderado.

¿Qué más puedo pedir? Bueno Santa Claus, ya no me traigas nada para navidad, a centímetros de mí tengo el mejor regalo. Uno de belleza inhumana.

A veces lo veo y me pregunto ¿este hombre existe? Cuando tu alma se enamora de otra, tu mente es todo un rompecabezas difícil de armar. No piensas como se debe, incluso olvidas el valor que tienes. Este último no es mi caso, por supuesto que no, me vieron la cara de pendeja cuando Alek hizo la apuesta con sus amigos y jugó conmigo a su gusto. Tres días, tres malditos días bastaron para que mi almohada amaneciera empapada lágrimas que cicatrizan tus mejillas, lágrimas de dolor.

Pero bueno, Alek ya valió un carajo, ahora estoy con un ser que en serio me merece. Y a parte está guapo jeje.

Matt estampa golpes suaves en mi mejilla izquierda, para volverme a la vida — ¿en qué piensas? — me interroga perplejo.

—  En la inmortalidad del sapo, no, mentira — río —, en qué organización será la que me ocupa sin vida — miento sin ser percibida dicha mentira.

—   Blackstore ya sabe de ti seguro — farfulla mientras observa la pared, iracundo.

—   Puta, justo ahora que vuelvo a estudiar — espeto colérica.

—  A Blackstore le importa un carajo si regresaste a estudiar o no, lo que necesitan es tu cuello rajado porque tú Beth, tú más que nadie sabes la verdad de todos nosotros, es posible que Dax corra riesgos de igual forma — sus palabras son sinceras y en este momento desearía que solo se tratara de una broma culera. Lastimosamente es la verdad, la cruel verdad que me atraviesa como una daga de acero hasta desgarrar mi pecho.

Me despego de sus manos y acerco a su oreja —. Déjame decirte que lo que Blackstore no sabe, es lo maldita y puta ama que me vuelvo cuando alguien se atraviesa en mi sendero, el único sendero sangriento que fluirá como fiera, será el de Blackstore.

—   A veces tengo ganas de destruir todo lo que se interponga en mi camino tomado de tu mano — me devuelve los susurros que le propicié.

 Dicho eso avanzamos como si nada hubiera pasado, seguro la pelirroja pasó cerca de nosotros y no la notamos por estar absortos en el tema de Blackstore. Matt me toma de la mano con suavidad, provocando que las alas de las mariposas revoloteen las paredes de mi estómago, incluso el sujeto con ráfagas de insensible, puede convertirse en tu perfecto aliado incondicional. Te puede hacer amar por primera vez.