Single dad [Yugkook]

⊰ Capítulo 04: El primer encuentro.

Kim Taehyung, TaeTae para los amigos y para su hijo appa Tata, ese era el nombre del chico peligris que desde su hogar esperaba pacientemente aburrido a su amigo Jungkook, recargado en la barra donde del otro lado se sentaban los clientes. No había casi personas visitando su bar ese día, así que no le tomó la importancia de cerrarlo y se sentó a esperar al menor, que iría a pedirle dinero u otra cosa, muy posible, cenar gratis. No lo aseguraba, sin embargo, por algún motivo su amigo iría a verlo.

No es que Jungkook fuera interesado, todo el tiempo se portaba como un gran dongsaeng y los fines de semana, antes de ir a su trabajo en el café, le ayudaba atendiendo y limpiando el lugar, después se iba sin recibir paga, sólo pidiéndole si le daba algo de comer antes de irse y él con mucho gusto lo hacía, se lo merecía.

No tenían una historia larga de mejores amigos de toda la vida y prometiéndose un amor eterno hasta la muerte, no, Taehyung en el momento que se conoció con Jungkook fue gracias a SeokJin, el mayor los presentó en una salida de desdicha porque Namjoon le había pedido un tiempo y estaba deprimido de que, quien creía a su novio para toda la vida, le pidió algo como eso tras una pelea, y bla, bla, bla. Pudo ver a Jungkook como un niño tierno, pequeño e inexperto, a pesar de tener dieciocho años en esos tiempos, el menor se presentaba siempre nervioso, le hablaba muy formalmente y su forma de ser era divertida, claro que comenzó a cambiar cuando los dos se convirtieron en grandes amigos y Taehyung le enseñó ese lado oscuro de la vida, el lado oscuro de llevarlo a bares, de vestirlo con ropa más sexy y llevarlo a discotecas, provocar sus primeras borracheras e incluso tener su primera vez, quizá no era lo mejor que pudo haber hecho en su vida, pero hizo abrir a Jungkook los ojos y que se desatara de ese mundo de rosas y arcoiris en el que vivía.

A Jungkook lo veía como el hermanito pequeño que nunca tuvo, sus diferencias de edad no eran muchas, pero le gustaba verlo crecer año tras año. Jungkook, sin importar en esas cosas feas que lo metió y además cuidó, la vida que tuvo cuando era un niño, lo que soportó, seguía siendo muy gentil, amoroso, chistoso en todos los sentidos, amable con quien sea sin importar que le trataran mal y simplemente su amor a los niños no tenía precio, una cosa que SeokJin le educó sin ningún problema.

Al abrirse la puerta del bar, y notar que Jungkook es quien le sonreía alegremente, sonrió igual, desviando su vista de la ventana, juzgando si alguien de su competencia tenía personas pasando o algo.

— Explicame porqué tanta urgencia y el favor que necesitarás, pasa a mi oficina por favor.— Se sentó derecho, entrelazando sus manos en la barra como si fuera muy serio, buscando sus lentes y al encontrarlos se los colocó.

— Buenas tardes para ti también hyung.— Rió Jungkook, sentándose frente suyo igual de serio y "profesional" que el mayor.– Necesito un préstamo urgente y formal para mañana.

— Uuuh, esa es una lastima, por hoy cerramos temprano y ya no da tiempo. Lo sentimos, venga otro día.— Fingió cerrar una cortina frente suyo, entonces Jungkook le pegó en el pecho.– Con agresiones incluidas, permitame, llamaré al oficial.— Dejando su teatro de lado, rieron a carcajadas, con Jungkook pasándose sobre la barra en un salto y Taehyung le pegó en la nuca.– Ya te he dicho que hay una puerta allá, flojo.

— Igual limpiaré yo, deja de quejarte.— Puchereó sentándose en la misma silla de Taehyung en lo que le veía caminar a la mesa donde preparaba todo para comenzar a guardarlo.– Creo que me fue bien, fui profesional y le hablé sin tartamudear ni una sola vez.— El Kim alzó una ceja, no creyéndole nada.– Tal vez al principio, ¡pero después no! Quedamos en vernos mañana en su casa a las once, como te dije, para acordar todo y ajá, no tiene demasiado que me mandó la dirección, tengo suerte en que no queda tan lejos de aquí.— Le mostró el mensaje con la dirección y Taehyung asintió.