21. Mal presentimiento.

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Hoy me había levantado con un muy mal presentimiento, sentía que una bomba estaba a punto de estallar en mi puta cara. Habían sido unos días malos, pero lo que había rebasado el vaso era el mensaje que mi querida amiga Teresa me había enviado por whatsapp. Tenía semanas en que no le dedicaba un segundo pensamiento a Teresa. Pensaba que con las vacaciones de verano y no tener que verla en la universidad, finalmente me había librado de ella. Al parecer estaba completamente equivocada.

"Me acabo de encontrar con tu novio en el trabajo de mi padre. ¿Sabías que trabajan en la misma empresa? El mundo es muy pequeño, no crees? "

Releí el mensaje cientos de veces y observé fijamente la foto adjunta por minutos. En la foto se podría apreciar a Antonio en su espacio de trabajo. La foto estaba tomada a los lejos, porque la acosadora y cobarde de Teresa no se atrevería a acercarse ni de broma. Me preguntaba como estaba tan segura que era Antonio, pero luego recordé lo obsesiva que ella podía llegar a ser y me imaginaba que seguramente había pedido toda la información referente a Antonio con las personas que trabajaban en el lugar.

No podía creer que el mundo fuera tan putamente pequeño y cruel. Probablemente me lo merecía, cualquier cosa que Teresa trajera entre manos me lo merecía. Y si planeaba decirle a Antonio que había hecho una estúpida apuesta con ella y que por eso me había hecho su novia, al menos eso lastimaría a Antonio menos que la verdad. La verdad de que había aceptado ser su novia porque vi una oportunidad. ¿Una oportunidad de que exactamente? ¿De dejar de estar sola todo el tiempo? ¿De tener a alguien a mi lado? ¿De superar a Gabriel?

Lo que si sabía era que había llegado el momento de ser honesta. Había ciertos momentos, sobre todo cuando Antonio hablaba animadamente a mi lado que se hacía casi imposible seguir con esta mentira. Algo que ya sabía, y que me esforzaba en pretender que no era así. Jamás llegaría a sentir por él todo aquello que una persona como Antonio se merecía. Y que no era justo estar con alguien, solamente porque te gustaba como esa persona se comportaba contigo. Jamás me atrevería a decir que estaba con él por lastima.

Por el contrario, cada uno de los momentos a su lado solo me demostraban lo increíble que era. Pero si seguía con esta farsa solo lograría lastimarlo y él no lo merecía. Me imaginaba las mil y un formas que había en que todo esto podría salir mal. Antonio enterándose la estúpida apuesta que había hecho con Teresa, de todo lo que había hablando con Diego. Más que nada me imaginaba que se enterara lo que realmente sentía por su hermano y era cuando todo se venía al carajo.

Así que sí, era tiempo de terminar con todo esto. Me sentía tan ansiosa y desesperada que literalmente no podía esperar un segundo más. Sin decirle una palabra a Antonio, me fui directamente hacia su departamento esperando encontrarle ahí. Definitivamente no estaba preparada, ni siquiera estaba segura de cuales serían las palabras exactas que saldrían de mi boca, pero se que algo se me ocurriría. Cualquier cosa era mejor que esto. Cualquier cosa era mejor que vivir con esta incertidumbre.

Cuando llegué al lugar y toqué el timbre con el corazón en la garganta, ver a Gabriel abriéndola tal y como en los viejos tiempos, no me hizo sentir mejor en absoluto. Por el contrario, me hizo sentir más como una mierda. Me daban ganas de salir corriendo y huyendo, regresar en otro momento en donde ver su maldita cara no me dieran de llorar o de saltar de un puente. Pero la teoría siempre es más fácil que la práctica, por lo que me tragué todo y mantuve mi rostro lo más neutral que pude. Al fin de cuentas, no estaba aquí para verle a él.

—¿Está Antonio? —pregunté directamente en lugar de saludarlo. 

Tal vez me notaba algo molesta, pero todo el enojo que llevaba dentro de mi había salido a flote por alguna extraña razón y sentía que no tenía control de mis acciones o palabras. Ver a Gabriel en un momento tan crítico en mi relación con su hermano, no hacía nada para que mi humor mejorara en absoluto. 

¿Puedes guardar un secreto? (Terminada)Where stories live. Discover now