14. Miradas.

534 45 9
                                    

Tenía que admitir que me sentía sumamente extraña. No podía describir el sentimiento de ansiedad que tenía con solo imaginar lo que acababa de pasar entre Antonio y yo. Era de alguna forma surreal que esta fuera mi vida ahora. Más que nada, se sentía como una mala broma. Y extrañamente no podía dejar de pensar en Gabriel. ¿Acaso estaría feliz? Había sido este su propósito después de todo. Su meta desde el principio había sido juntarnos a su hermano y a mi. E increíblemente después de haber usado la peor estrategia del universo, lo había conseguido.

Podía imaginar a Antonio llegando y dándole la noticia a Gabriel. ¿Tenía yo que sentirme feliz por todo esto? Antonio era un chico increíble, era el sueño de cualquier chica. Había sido mi sueño desde que podía recordar. ¿Entonces por qué no sentía nada? ¿Acaso había tomado una mala decisión? Era obvio que si, pero en el momento había tenido todo el sentido del mundo. ¿Por qué le diría que no? Estar con él era la mayor oportunidad que se me había presentado nunca. No podía rechazar a alguien por sentimientos que no eran recíprocos, por algo que no existía.

Tal vez y solo tal vez, esto era algo bueno. Lo aprendería a querer, me enamoraría de él y todos seríamos felices. ¿Que podría salir mal? ¿Que podría salir mal en mi vida que no hubiera salido mal ya? Cuando estaba a punto de convencerme a mi misma de que todo estaba bien, de que mi decisión había sido la correcta, fue cuando el sonido de un mensaje me sobresaltó.

Era un mensaje de Gabriel.

"Felicidades, ahora mis dos personas favoritas están juntas "

Me quedé petrificada por varios instantes, sintiendo como un hueco se formaba en mi estomágo. Releí el mensaje varias veces sin saber que responder. De alguna forma, ser una de las personas favoritas de Gabriel era un titulo que no merecía. Quedaba tan mal en mi como ser la novia de Antonio.

"Gracias, no hubiera sido posible sin ti :)"

Respondí, sin saber si había sido una buena respuesta. Cerré los ojos y traté de ignorar el nudo en mi garganta, repasé en mi cabeza las cien diferentes respuestas que había podido darle a Gabriel pero ninguna parecía ser suficiente para expresar como me sentía, ninguna parecía correcta en lo absoluto. Un nuevo mensaje me sobresaltó.

"Abigail, soy Antonio. Gabriel me pasó tu número, espero que podamos vernos mañana en la universidad, descansa"

Mi corazón latió rápido y no en el buen sentido. Comencé a sudar frío y por primera vez después de mucho tiempo pensé que me iba a dar un ataque de pánico. Todo esto lo hacía real, esto de verdad estaba sucediendo y considerando que yo solita me había metido en este lío no me quedaba más que ser madura al respecto. No lastimaría a una persona como Antonio. No lo lastimaría y todo estaría bien. ¿Por qué no habría de enamorarme de él? Cuando lo difícil aquí era precisamente que él se enamorara de mi.

"Gracias Antonio, espero que podamos vernos mañana, descansa tu también <3<3"

Escribí y me mentalicé que todo estaba bien. Mañana sería un buen día, vería a Antonio y en sus ojos podría ver las cien razones por las cuales era una gran persona y un gran novio y cuan afortunada era solo de poder respirar el mismo aire que él. Cuando pensé que ya no recibiría más mensajes uno más iluminó mi pantalla. Era nuevamente de Gabriel.

"Lo sé, ahora cada vez que tú o Antonio me cambien por el otro, sabré que todo fue por mi culpa, ¿no es genial?"

Decidí no responderle porque ¿qué más podría decir? ¿Nunca te cambiaría por nadie? ¿Te elegiría a ti mil veces? Obviamente ninguna de esas era una buena respuesta.

. . .

Un sueño demasiado real me sobresaltó. Había sido un buen sueño pero me había dejado con un pésimo sabor de boca. Se había vuelto cada vez más común para mi soñar con Gabriel. Era extraño como hasta en mis sueños solía reconocerlos muy fácilmente y saber que Gabriel era la persona que aparecía en mis sueños casi todas las noches. Era como si de alguna manera estuviese obsesionada, como un fantasma que me atormentaba y que, aunque los sueños normalmente eran positivos e inofensivos mi subconsciente sabía que no era así. Definitivamente tenía que detener esto antes de que fuese muy tarde.

¿Puedes guardar un secreto? (Terminada)Where stories live. Discover now