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Mateo se sentó en la silla de Mei.

–Me la debes-le dijo Mateo.

–Cualquier cosa cuenta conmigo, este es el favor más grande que me han hecho.

–¿Aún no la has besado?, no podrías-se burló Mateo.

Y sin darme tiempo a reaccionar me besó, le seguí el beso segundos después, pero no sentí nada, ni siquiera asco, el alcohol me durmió el estómago y lo agradesco, seguro ya hubiera expulsado de mi organismo todo lo que he comido. No dejaba de pensar en Lisa, en que fuera ella la que me estuviera besando, abrí mis ojos, no podía sacar su imagen de mi cabeza, y no sé si es por la falta de sentimientos pero este beso se me está haciendo muy largo.

Por fin se separó de mi.

–Yo quiero algo bonito contigo, algo que dure, quiero hacerte feliz, yo te amo, eres lo mejor que me ha pasado-primer error, odio a los que se la pasan prometiendo cosas, al final de cuentas nunca cumplen nada–¿tú me amas?

Ahora como le digo que no de una manera no tan directa–no te conosco, y yo no me enamoro tan facilmente.

–¿Pero te gusto?

–Si-le contesté mirándolo a los ojos, el sonrió, ¿cuando había aprendido a mentir así? ¡Ya sé!, desde que mi vida se convirtió en una total farsa, en un corazón roto, sonrisas falsas, lágrimas contenidas, llorar a solas para no molestar a nadie, así es mi vida, una completa mentira.

–Cualquier cosa que quieras saber de mi pregúntale a Mateo, el me conoce perfectamente-yo asentí y me dispuse a buscar a Mei, no quería permanecer un segundo más ahí.

La busqué durante unos minutos entre la multitud, en el lugar de las mesas, hasta que la encontré en la parte delantera de la casa con Lian, besándose.
Garraspeé mi garganta y se separaron girando hacia mi.

–Te estaba buscando-anunció Mei con la respiración entrecortada.

–Se nota-dije sarcástica rodando los ojos–yo si te estaba buscando.

–¿Para qué?, ¿para contarme lo de tu nuevo novio y que casi se comen?-se burló.

–¿Qué?, claro que no.

–Está bien, necesito un favor tuyo, me voy a ir con Lian a..-hizo unas señas raras con las manos, pero la logré entender.

–Siempre estás en celo-la miré con desaprobación, pero no podía hacer nada, es su vida.

–Necesito que me cubras de todos.

–No lo sé-claro que lo haría, pero algo tengo que ganar–dile a Tita que me dejen tomar y lo hago-la dueña de la fiesta me prohibió tomar alcohol, dice que estoy muy borracha.

–Está bien, te amo-besó mi mejilla y salió corriendo al interior de la casa.

–Lo que tú digas-musité.

Cuando mi prima se fue con «el amor de su vida» yo seguí tomando, no quería hacer nada más que eso, empezé a bailar en el portal en lo que esperaba a Mei. Sentí a alguien tomarme de la cintura, me giré y me encontré con...no recuerdo el nombre. «no quiero que bailes más», dijo él, luego me besó y yo intenté terminarlo lo antes posible, me fui de ese lugar e intenté evitarlo el resto de la noche, mi prima regresó después de aproximadamente media hora, estuvimos un rato más, ella besándose con Lian y yo intentando que...sigo sin recordar su nombre, bueno, intentando que no me bese, ni me toque.

Salimos de la fiesta a las 3 am, descalzas y mojadas, los chicos llevaban nuestros zapatos y bolsos. Cuando pasamos por frente de la comisaría pusimos música y empezamos a bailar, no me importa que él no quiera que yo baile, ni a mi padre le hago caso, ¿por que tendría que hacércelo a un desconocido?

Ya íbamos por la calle cerca de mi colegio y Mateo y Lian empezaron a discutir, por más que le decíamos a Mateo que no lo escuchara, que no le hiciera caso, Lian no se callaba y ya me estaba molestando yo.

Lian y un amigo de él al ir en bicicleta tuvieron que coger por la otra calle, ya que esta es solo de patones, llegamos al parque que anunciaba el inicio del bulebar. Lian regresó aunque no se le tuviera permitido y siguieron peleando. Unos policías que estaban en algún lugar oscuro del parque salieron al escuchar nuestras voces. Yo no traía mi mascarilla y me asusté, de aquí no salimos vivos.

Se acercaron a nosotros y mi corazón empezó a latir a mil por hora. Nos dijeron que no podíamos estar a esta hora en la calle, que el toque de queda era a las 12, que teníamos escándalo y algunos no llevábamos mascarilla. Mis piernas empezaron a temblar y no podían sostener mi cuerpo, intenté llegar lo más rápido posible a una de las bancas, cuando lo hice me senté y las lágrimas ya inundaban mi rostro, subí mis piernas y metí la cabeza entre mis rodillas rodeando estas con mis brazos.

La discusión entre los demás y los policías cada vez se ponía peor y yo no podía dejar de llorar, mi pecho dolía y todo mi cuerpo temblaba, las lágrimas salían sin control de mis ojos, no podía emitir ningún sonido, tengo un nudo bloqueando mi garganta.

–¿Qué edad tienes?-sentí a alguien preguntar, levante mi cabeza, era un policía.

–1-14-respondí como pude y cuando se retiró volví a esconder mi rostro.

El nudo en la garganta volvió y ahora más fuerte, sentía que me ahogaba. Mei preguntó que me pasaba y yo solo negué, lo mismo hizo Mateo diciendo «no nos pondrán la multa, son menores», pero volví a negar, cada vez que intentaban tocarme, ya sea ellos o mi «novio» mi cuerpo reacionaba alejándose bruscamente.

Cuando logré controlar un poco mi respiración y ponerme de pie caminé para calmarme, pero volví a sentir que mis piernas dejarían de funcionar y me senté en una banca próxima a la anterior. Decidí llamar a Lisa, su voz es la única capaz de calmarme en estos momentos, lo más probable es que no me conteste, ¿quien estaría despierto casi a las 4 am?, pero como la esperanza es tan mala y solo prolonga el sufrimiento haciéndonos pensar que todo estará bien, igual la llamé, pero ella nunca contestó.

Los oficiales nos dejaron ir poco después, ya podía caminar, pero las lágrimas seguían saliendo y no podía hablar.

–Ya cálmate, no pasó nada-habló Mateo.

–No estoy llorando por eso-musité lo suficientemente alto para que me escuchara, me dolía la garganta y no podía hablar normal.

–¿Entonces por qué?

–Un ataque de ansiedad, solo eso-se que no entendió, pero no tengo ánimos de explicar nada.

Apresuré el paso y los demás me siguieron, ya casi llegábamos y pude visualizar a un grupo de personas en la esquina de mi casa, entre ellas se encontraban mi abuela y Lian. Yo solo pasé de largo sin escuchar las quejas de mi abuela por el estado en el que me encontraba. Me duché rápido y me acosté, dentro de cuatro horas tengo que levantarme para la escuela y tengo que dormir algo al menos.
Me tapé con mi manta color rosa pastel y me quedé dormida en un segundo.

Hola!🙋 ¿Como están?, la semana pasada empezaron las clases😢, seguiré actualizando, solo no se preocupen si en algún momento desaparesco, eso es que la escuela me consumió, acabamos de empezar y ya nos mandaron un montón de deberes y trabajos; pero aunque me demore semanas o meses siempre regresaré.😊😉

Lxs amo, cuídense!!🙌💖

Los adolescentes también se enamoran (Chaelisa)Where stories live. Discover now