9

183 17 0
                                    

Narra Seulgi :

El Sol que entraba por la ventana me despertó, entrecerré los ojos para acostumbrarme a la luz. Me levanté y bajé las escaleras encontrándome con las chicas en la cocina.

–Buenos días-dije muy animada.

–Buenos días-dijeron todas al unísono.

–¿Donde está Lisa?-dije sentándome en una de las bancas de la isla de mármol negro.

–Durmiendo todavía-me contestó Jisoo.

–¿Qué hay para desayunar?-preguntó Lisa, la cual entraba en la cocina sobándose los ojos. Solo piensa en comida y en Rosé xd.

–Tortitas con miel y sumo de naranja-dijo Jennie.

–Perfecto-Lisa se sentó a mi lado.

Terminamos de desayunar, y fuimos a la sala.

–¿Qué vamos a hacer hoy?-le pregunté a las chicas.

–Ir a la playa, es una casa en la playa ¿verdad?-dijo Irene.

–Cierto, entonces hay que prepararnos y preparar bocadillos para llevar-dije.

–¿Y quien los va a preparar?-habló Jisoo.

–Jennie y tú, son las que mejor cocinan-dijo Lisa.

Jennie y Jisoo se quedaron en la cocina preparando la comida para llevar mientras las otras nos ívamos a cambiar. Cuando terminamos bajamos y empezamos a meter todo en unas cestas, en lo que las unnies se cambiaban.

Salimos rumbo a la playa, quedaba solo a unos cuantos metros de la casa. Dejamos todo sobre una manta y nos metimos al agua, jugamos con una pelota gigante y con un platillo volador, hicimos peleas a caballito y cogimos varias estrellas de mar, claro que después las volvimos a dejar en el agua.

–¿Donde está Lisa?-preguntó Irene mirándonos a todas.

–Está all...-cuando miré a la orilla Lisa ya no estaba allí–estaba en la manta.

–¿En donde se habrá metido? Ella no se iría sin avisar-dijo Jennie.

–Hay que buscarla-habló Jisoo y todas salimos del agua, recogimos las cosas y fuimos rumbo a la casa con la esperanza de que ella estubiera ahí, pero no, nadie en la mansión la había visto en las últimas horas, ya nos estabamos preocupando, nos duchamos y salimos a buscarla, se estaba haciendo de noche «¿Donde estarás Lisa?»

Narra Lisa :

El lago se había convertido en mi lugar favorito, puedes pensar tranquilamente sin que nadie te moleste, solo somos la naturaleza, mis pensamientos y yo.
Estaba pensando en tantas cosas, aunque casi todas tenían que ver con Rosé. Últimamente solo pienso en ella, hemos estado hablando todos los días, ella está muy triste, no se la está pasando muy bien con su familia.

Ya estaba obscureciendo y empezé a caminar hacia la casa, no quiero que me coja la noche en el bosque, que miedo. Ya estaba llegando a la mansión, todo estaba tranquilo hasta que una voz arruinó la paz del momento.

–¡Lisaa!

–¡Joder Seulgi! Me vas a matar de un susto-dije tocándome el pecho, el corazón me latía a mil.

Las otras aparecieron delante de nosotras.

–Mierda, ¿Lisa donde te habías metido?-Jennie se escuchaba muy enojada–nos tenías muy preocupadas-dijo en un hilo de voz y me abrazó al igual que las otras.

–Lo siento mucho.

–Solo no lo vuelvas a hacer-dijo Jisoo.

–Seulgi, me estas asfixiando-no podía respirar, Seulgi me estaba abrazando muy fuerte.

–Perdón, perdón-dijo apartándose del abrazó–es que me preocupé mucho.

–No lo volveré a hacer.

–¿Pero donde estabas?-preguntó Irene.

–En el lago, pensando.

–Bueno, vamos que hoy hay maratón de películas-habló Jennie animadamente.

Caminamos hasta la casa, me duché en lo que ellas preparaban todo en la sala.

–Pizza, palomitas, soda, agua, pañuelos-Jisoo rectificaba que no le faltara nada–¡todo listo!

–¿Qué peli vamos a ver?-dijo Seulgi.

–¿Qué les parece «Titanic»?-preguntó Jennie.

–Me parece bien-dije y las demás asintieron.

Empezamos a ver la película, reíamos, nos enamoramos del protagonista y lloramos, mucho, sobre todo en el final.

–¿Qué les enseñó esta peli?-pregunté.

–Que cuando amas a alguien tienes que dejar que se ahogue-dijo Seulgi y todas empezamos a reír.

–Exactamente querida amiga, ¿A quien vamos a ahogar primero?-le pregunté.

–A los estúpidos del aula-dijo Jisoo con una mirada de odio.

–Cuando regresemos veremos que pasa-dije un poco nerviosa, Jisoo era capaz de ahogarlos de verdad–¿qué película veremos ahora?

–¿«Mi abuela es un peligro»?, tiene dos partes, perfecta para el maratón-habló Seulgi. Todas asentimos y le dimos play a la peli, eran dos comedias, ya me dolía el estómago de tanto reír.

Esa noche nos acostamos a las 4:00 a.m. la pasamos muy bien, hacía mucho tiempo que no pasábamos momentos así, de diversión constante, todo por las dichosas pruebas.

Narra Rosé :

Hoy a sido un día raro, yo me sentía rara, tenía ganas de llorar, de reír y volverme loca riendo, de golpear a todos, no me podía sacar a Lisa de la cabeza, pero lo estaba intentando.

Fuimos al acuario, me gusta mucho, amo el mar y todo lo que tenga que ver con él. Vimos delfines y me tomé fotos con ellos, al principio me dió miedo, porque hace poco vi un documental donde mordieron a un pescador, pero ellos no me hicieron nada y me dieron unas ganas inmensas de abrazarlos, pero no me dejaron.
También fuimos con las focas y leones marinos, ahí me encontré con un chico que me resultaba familiar. Era alto, como de 1.70, pelo castaño con un corte sobre los ojos, piel blanca, ojos rasgados y muy lindo, traía puesto un polo con un letrero de una banda de rock y un pantalón roto en las rodillas, se veía muy sexy.

–Hola-me habló el chico, sentía que ya lo conocía, pero no se de donde.

–Hola, ¿te conosco de alguna parte?, es que me resultas familiar-le pregunté con mucha curiosidad.

–Que rápido te olvidas de tus amigos Rosé-dijo él y me asusté, ¿de donde me conocía? Y en ese momento lo recordé, pero no podía ser él ¿o si?

–¿Lucas?-pregunté dudosa.

–Pensé que no te acordarías de mi ardillita-cuando dijo eso no podía creerlo, era mi mejor amigo, no lo había visto en años y ahora está aquí frente a mi.

–No lo puedo creer, eres tú, mi conejito-no resistí más y me lancé a sus brazos, él correspondió a mi abrazo y no lo quería soltar.

–¿Con quien has venido?

–Con mi nueva familia-le dije un poco triste–están allí-señalé a un grupo de personas que estaban en la cafetería.

–Escuché que te mudaste a Corea, ¿es cierto?

–Si, me mudé hace unos años ya, me va bien. ¿Y tú?

– Pues yo, me mudé a Corea el mes pasado con mi madre, y esperaba poder encontrarte allí, pero la vida decidió unirnos en Australia.

–¿De verdad?, y ¿a qué colegio vas?

–Voy a ir al colegio Onaile.

–Es al mismo que voy yo-dije muy sorprendida–espero que nos toque en el mismo salón, me encantaría verte más seguido.

–A mi también me encantaría, y no sabes cuanto-sonrió de una manera muy extraña, ¿o soy yo con mi paranoia?

Los adolescentes también se enamoran (Chaelisa)Where stories live. Discover now