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Narra Rosé :

Por suerte la pizzería queda cerca de la casa de Seulgi y podemos ir caminando, así nuestros padres no se enteran de que nos reuniremos con Jungkook. Cuando llegamos nos dirigimos a la recepción del lugar.

–Hola, ¿en que les puedo ayudar?-la recepcionista era una chica de unos 18 años, muy linda y de cabello gris, debe tener muchos chicos detrás de ella.

–Estamos buscando a Irene señorita...-me fije en su identificación-Yeji-un hermoso nombre, para una hermosa chica.

–Siganme por favor, ella me dijo que las estarían esperando-nos detuvimos en la sala 3-por aquí.

La puerta es doble, la parte superior es de cristal y la inferior de madera, cuando entramos todo era hermoso, la mesa es como para 12 personas, el mantel y las servilletas son rojas con flores bordadas, las paredes son azules, adornadas con un par de cuadros de algunos paisajes. Tiene ventanales muy grandes desde donde se podía ver la casa de Suga, además había un piano, me gustaría saber tocarlo.
En la esquina de la mesa más alejada de la puerta se enconraban Jisoo en la cabecera e Irene a su derecha.

–Dentro de unos minutos viene la camarera, con permiso-Yeji hizo una reverencia y se retiró, cerrando la puerta detrás de ella.

–Hasta que por fin llegan-habló Jisoo un poco irritada.

–Hola, ¿como están?, ¿por qué se demoraron tanto?. Hola, estamos bien, nos demoramos...-dije con ironía–un momento, no nos demoramos

–Ok, ok, siéntense-ordenó Irene.

–¿Y Jungkook?¿No ha llegado?-preguntó Seulgi.

–¿Lo ves por algún lado? No, ¿verdad? Lo que significa que el muy imbécil no ha llegado todavía-espetó Jisoo.

–Yo sigo pensando que es una mala idea esta cita con Jungkook, él no va a venir.

–Todos merecen una oportunidad-dijo Irene.

–Irene, que te guste Kook no significa que sea buena persona-comentó Jisoo.

–Lo sé-reconoció Irene.

–Con permiso-entró la camarera–¿qué les gustaría ordenar?

–Cuatro pizzas, cuatro espaguetti y veinte piñas coladas, cuatro ahora, cuatro con la comida y cuatro después-ordenó Jisoo.

La camarera abrió los ojos sorprendida, «¿qué pasó?, es poca comida, no es ni la mitad de lo que comemos normalmente» escribió lo que pedimos, se retiró y nos dejó solas.

–¿Ponemos música?-preguntó Irene.

Todas asentimos y puso música romántica y electrónica. Nos pusimos a bailar como locas, necesitábamos desahogarnos, en los últimos meses no hemos estado bien emocionalmente.

–Seulgi acompáñame a la tienda por chocolates, los necesito para ponerme feliz-le dije con un puchero en los labios.

–Yo también quiero chocolates.

–Y yo.

Habló Jisoo seguida de Irene.

–Entonces vamos a comprarlos-celebró Seulgi al mismo tiempo que me tomaba de la mano y me sacaba del local.

La tienda queda a dos cuadras, ívamos cantando a todo volumen, las personas nos miraban como si estuviéramos locas.«Sí señores, estamos locas ¿algún problema con eso?».
Compramos los chocolates y nos regresamos con las chicas. Cuando entramos ellas ya estaban tomando de su bebida.

–Llegaron por las que tanto lloraban-gritó Seulgi.

–¡Qué graciosas! Traigan para acá esas delicias-Jisoo puso cara de tonta, ella es un meme cuando está feliz, que es casi nunca.

Nos sentamos en la mesa, Seulgi en el lado izquierdo de Jisoo y yo al lado de Seulgi.

–Esto no tiene alcohol ¿cierto?

–No, desgraciadamente no tiene, la mamá de Irene dijo que no podíamos tomar nada que tenga alcohol-se quejó Jisoo.

–Bueno, ¿alguien quiere cantar?

Todas empezamos a cantar, a la media hora llegó la comida y empezamos a comer y cuando terminamos seguimos cantando canciones de amor y comiendo chocolates, poco nos faltaba para empezar a llorar.

–Seulgi-la nombrada me miró e hizo un ademán con la cabeza para que continuara–¿puedo enviarle un mensaje a Jimin para decirle sus verdades?

–De que sirve que te diga que no, si igual lo vas a hacer.

–Me conoces muy bien-hablé en tono coqueto y le guiñé un ojo.

Le empezé a escribir el mensaje y se lo envié.

–¡Terminé!-ovacioné mirando a las chicas.

–¿Qué le escribiste?-preguntó Irene.

–Miren-me paré a su lado y les mostré el celular.

–Eso si le va a doler-dijo Irene.

–Le heriste su orgullo-festejó Jisoo.

–¿Y si se da cuenta que eres tú?-indagó Seulgi.

–Él no tiene mi número, además yo no me escondí, firmé con mis iniciales, y si se da cuenta que fui yo la que le escribió no será capás de venir ha hablarme porque sabe que lo que dije es verdad-les aclaré.

(...)

–¿Saben? Me divertí mucho, fue mejor que Jungkook no haya venido-habló Irene.

Todas estuvimos de acuerdo con ella, él nos demostró una vez más que no vale la pena.
Nos depedimos, aún teníamos que estudiar para las pruebas de este semestre, pronto se acaba el año.

(...)

–¿Cómo te fue en el examen?-le pregunté a Lisa. Hoy ívamos solas, Seulgi tuvo que irse con su papá.

–Muy bien, no estaba tan difícil como creía-comentó alegremente.

–Lisa...el sábado pasado invitamos a Jungkook a salir-temía por su reacción, ella es muy explosiva.

–¿Y qué les dijo?-¿por qué reaccionó así?, preferiría que me gritara a que esté tan distante, fría, esa es la palabra exacta para describir como se está comportando conmigo en este momento.

–Él no fue.

Se formó un silencio muy incómodo, no nos pasaba esto desde hace mucho tiempo. Ninguna dijo nada hasta que nos despedimos y cada una siguió su camino.

Hola, siento mucho haberme demorado en actualizar, es que la imaginación se me fue de vacaciones y además no tenía conexión a internet. Una vez más perdón, y espero que les esté gustando esta historia, comenten que quieren que pase más adelante.💖

Los adolescentes también se enamoran (Chaelisa)Where stories live. Discover now