Los adolescentes también se enamoran (Chaelisa)

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–Bueno, yo me llamo Jimin, Park Jimin-dijo un poco dudoso–¿Y ustedes quienes son?

Narra Rosé:

–Eh... yo soy Lisa y ella es Rosé-nos presentó señalándose y luego a mi.

–¿Y para qué querían saber mi nombre?

–Para nada importante-dije un poco nerviosa.

–Entonces por....-no lo dejamos terminar de hablar.

–Adiós-dijimos Lisa y yo al unísono y salimos corriendo, patético, lo sé, pero que le vamos a hacer, así somos.

Ayudamos muchas veces a Seulgi a acercarse a Jimin, pero él es un idiota, está con muchas chicas a la vez y además piensa que Lisa y yo estamos enamoradas de él, es algo absurdo, ella y yo lo detestamos, pero Seulgi sigue enamorada, pero la haremos entrar en razón, tarde o temprano.

Hoy es viernes, hoy me tengo que quedar en casa de Yusi, mi madrastra, porque mi papá llega esta noche a la ciudad, me espera un fin de semana largo, muy largo.

Ya eran las 9:30 pm, ya me había duchado y comido, se que es algo tonto comer tan temprano, pero Yusi obligaba ha hacerlo así.
Mi papá había llegado hacía un par de horas. Hablamos de muchas cosas, lo que, nada personal, es mi padre pero no le tengo la confianza que le tenía antes, ellos solo creen que me conocen y en realidad no saben nada de mi.

Los dos días siguientes pasaron bastante rápidos, y fueron normales, con mi madrastra haciendo de las suyas, pero eso ya era costumbre.

El lunes pasé a recoger a Seulgi y luego fuimos a buscar a Lisa, que como siempre, estaba atrasada, le tuvimos que tender la cama y prepararle el almuerzo en lo que ella se ponía el uniforme. Llegamos tarde al colegio y nos regañaron mucho, ya que llevabamos una semana llegando tarde.

El día transcurrió normal, los profesores se inspiraron de una manera con la tarea, es como si hubieran esperado eso toda su vida. Nos dieron salida al mediodía. Seulgi nos pidió que si le podíamos conseguir fotos de Jimin y ya teníamos un plan. Él se iba en una bici, Irene y Jennie le tenían que sacar el aire a las gomas, mientras Jisoo lo entretenía con cualquier pendejada. Cuando todo estuvo hecho las chicas se fueron a esperarnos en casa de Jisoo, que quedaba a dos cuadras del colegio.
Jimin salió con la bici en la mano, se tenía que ir caminando, ¡se lo merece! Lo paramos antes de que llegara a la acera.

–Jimin, te acuerdas de Seulgi-dije rápido.

–Si, la recuerdo.

–Ella está enamorada de ti y nos dijo que te pidiéramos una foto-comentó Lisa.

–Ok, ahora mismo te la envío-habló pícaro–dime el número.

–82 678 124 985-contesté sin vacilar.

Imágenes recibidas de Jimin:

–Gracias y adiós-habló esta vez Lisa.

Nos dirigimos a la casa de Jisoo. Cuando llegamos ellas nos estaban esperando para que le contáramos todo, y así la hicimos. Como teníamos la tarde libre y estabamos solas en la casa nos pusimos a hornear galletas, las primeras se nos quemaron, nunca habíamos cocinado, pero las otras salieron mejor. Comimos mientras veíamos «I'am not a robot», uno de nuestros doramas favoritos. A las 4:00 pm nos despedimos y nos encaminamos a nuestras casas. Yo me iba a quedar a dormir en casa de Lisa. Ella me acompañó para recoger algunas cosas que necesitaba.

–Hola chicas, ¿cómo les fue en el colegio?-preguntó Sonmi, la mamá de Lisa.

–Hola.

–Hola mamá, y respondiendo a tu pregunta nos fue muy bien en la escuela.

–Hola niñas-saludó ahora Minho, el padrastro de Lisa.

–Hola-respondimos ambas al unísono.

Entramos en su habitación para cambiarnos de ropa y organizar mis cosas.

–Hoy me toca recoger a mi hermano, ¿me acompañas?-pidió mi contraria.

–Claro, vamos-le sonreí y ella correspondió con esa bella sonrisa que me hace sentir cosas extrañas.

Cuando regresábamos de recoger a BamBan, el hermano de Lisa, pasamos por unos cuantos juegos en los que nos montamos, con la excusa de cuidar al pequeño.

–¿Quieren ir por un helado?-les pregunté a ambos.

–¡Síi! un helado de chocolate- dijo el pequeño BamBam de 2 años de edad, era tan tierno como su hermana.

–Está bien, ¡qué sea de chocolate!-de verdad amo el chocolate.

Después de tomar el helado nos dirigimos a la casa, nos bañamos y comimos. Eran al rededor de las 11:00 de la noche cuando nos encerramos en su cuarto. Teníamos que ir a la cama temprano, porque al otro día tocaba clase, pero nos entretuvimos hablando del plan para declararnos a Suga y que él decidiera. Faltaban 2 días para el 14 de febrero, el día de los enamorados y mi cumpleaños, estoy muy emocionada, ese será el gran día.

Los días pasaron volando y ya era 14 y yo cumplía 13 años. Le dijimos a Suga lo que sentíamos por él el día anterior, a trevés de unos mensajes, ya que cuando tocaba la salida de nuestro curso el de él ya había salido, es dos cursos mayor.

Frente a nosotras apareció Suga, se veía muy molesto, ¿será por los mensajes?

–Ustedes son unas infantiles e inmaduras.