21

142 13 0
                                    

Ya pasó la semana que mi papá iva a estar aquí, regresó a su trabajo y no se sabe cuando vuelva a venir. Hoy me voy a quedar en casa de Lisa, necesito comprobar ciertas cosas.

Recogí mis cosas y salí rumbo a su casa. Eran alrededor de las 7 de la noche.

–Hola Rosé-dijeron Minho y Sonmi proporcionándome un abrazo.

–¿Por qué no habías venido antes?-preguntó Sonmi.

–Mi papá estuvo una semana aquí.

–Ah, está bien, Lisa está en su cuarto.

Entré al cuarto y ella estaba sobre una de las camas.

–Llegó por la que llorabas-dije volviendo a cerrar la puerta.

–Deja las cosas donde quieras y siéntate conmigo-dejé la mochila en la otra cama y me senté junto a ella con los pies sobre la cama.

–¿Qué estas haciendo?-dije mirando su teléfono.

–Nada, Alejandro me preguntó por ti y yo le dije que esta noche te quedabas aquí y quiere hablar contigo.

–Yo no quiero hablar con él, se pone muyyy...

–Intenso-completó ella.

–Si, eso-confirmé con una mueca y empezamos a reir.

Después de eso nos bañamos, por separado, comimos y volvimos para el cuarto. Eran alrededor de las 12, BamBam ya se había dormido y Minho y Sonmi se habían acostado también. Unimos las camas y ambas nos acostamos en la de Lisa, ella se recostó a la cabezera de la cama y yo estoy boca abajo en dirección a la parte de los pies, pusimos un dorama y ella empezó a chatear.

–¡Lisa, tengo frío!-dije haciendo un puchero y ella solo rodó los ojos. Bajó de la cama y buscó unas mantas que igual compartimos.

–Dice JB que una de nosotras seis le gusta-comentó con una mueca de horror en su rostro.

Jaebum, más conocido como JB, es un compañero de aula desde primaria, es un poco...muy baboso, es un payaso y nos vive molestando.

–Pregúntale quien es-sugerí poniéndole pausa a la serie.

–No quiere hablar, dice que nos va a decir que le gusta de cada una y que nosotras adivinemos.

–No me gusta adivinar, siempre lo ponen difícil o dicen mentiras para que no adivinemos-aclaré poniéndome en la misma posición en la que está ella.

–Pues nos tocó-habló resignada.

Y así llegaron las 6 am y aún no sabíamos nada, JB no daba pistas concretas, todo era para atrás y para adelante, no se decidía y nosotras ya teníamos sueño.

–O nos dices quien es en este instante-habló Lisa.

–O nos desconectamos y te quedas con las ganas de decirlo-completé lo que iva a decir, desde hace unas horas estamos así, además era más fácil hablar por audios.

–Ok, es una de ustedes dos-se escuchó por la bocina del celular.

Empezamos a grabar–seguro que es..-ambas digimos el nombre de la otra–verdad, ¿por qué tengo que ser yo?-le preguntámos a la contraria–¡JB acaba de decir quien es!-gritamos desesperadas.

–Son muy crueles, pero la verdad es que me gustan las dos.

Al instante en que escuchamos el mensaje nos desconectamos, se que es inmaduro, pero nosotras somos así. Lisa dejó el celular en la mesita y volvió a acostarse. Ella estaba boca arriba y yo de lado abrazándola por la cintura.

–Buenas noches días-nos deseamos y reímos bajito.

No sé en que momento empezé a llorar, tenerla así entre mis brazos mientras dormía fue demaciado para mi, me di cuenta que lo que siento por ella, a lo que le he estado huyendo por más de dos meses es real, lloro porque siento que la voy a perder cuando lo sepa, lloro porque se me derrumbó todo, porque sentí que cuando me soltara mi mundo se caerá a pedazos.

No lo pude evitar y fui para la otra cama, ella ya estaba dormida y no lo notó. Me dormí después de un rato, pero se me olvidó taparme y pasé frío toda la noche.

Al otro día nos levantamos pasado el medio día y después de prepararnos salimos a visitar a las chicas, hacía mucho tiempo que no nos veíamos, esto de la cuarentena nos alejó físicamente por muchos meses. Caminamos muchísimo y cuando llegamos a la casa fue ir directo para la cama unos minutos, nos dolían horrible los pies.

Recogí mi mochila y la coloqué en mi hombro–ya me voy, antes de que anochesca-dije con pesar.

–Te admiro, tu casa queda super lejos yo no me podré mover durante una semana, mínimo-habló sin levantarse de la cama.

Pasó aproximadamente una semana y media y ya me estaba llamando otra vez, lo que ahora iríamos a la playa con Daniela, su vecina y amiga de ambas, es un año mayor, pero es mucho más bajita que nosotras, también irían Sonmi, Minho, BamBam y Olga, la mamá de Daniela.

Nos encontámos las tres en el portal bailando, cantando y jugando cualquier juego de cuando estábamos en el kinder. Ya era hora de salir, así que nos vestimos apropiadamente para la ocación, Daniela llevaba un bikini de color rosa chillón y azul con unos tejidos bellísimos, Lisa un trikini negro y amarillo unido por el centro y yo un trikini también, lo que el mío es gris con algunos detalles en negro y está unido por dos cintas a cada lado del abdomen.

Nos divertimos mucho en la playa, jugamos con la pelota, nos tirábamos sobre la otra, hicimos peleas de caballito y molestamos a Daniela, comimos mucho y nos tiramos muchísimas fotos, Lisa es adicta a ellas, no puede estar un día sin tomarlas.

Cuando regresamos era bastante tarde y se hacía de noche. Yo tomé mis cosas y me dirigía a la puerta.

–¿Pero que haces?-preguntó Sonmi.

–Tengo que irme antes de que sea más tarde.

–Mejor quédate.

–No traje ropa para dormir, no sabía si me podía quedar hoy, Lisa no me dijo nada.

–¿Desde cuando tengo yo que decirte que te quedes?, se está poniendo obscuro, así que hoy te quedas, yo te presto ropa, no es la primera vez-alegó Lisa.

–Está bien llamaré a la casa y les avisaré.

–Yo voy a bañarme primero-gritó Lili entrando en el baño, ¿en que momento cogió sus cosas?

(...)

Ya nos hemos bañado y comido, Daniela nos dió un masaje para relajarnos y hablamos un poco, pero como es tarde tuvo que regresar a su casa.
Yo estoy sentada en mi cama y Lisa acostada en la de ella.

–Lisa, necesito hablar de algo importante contigo.

Los adolescentes también se enamoran (Chaelisa)Where stories live. Discover now