Pequeña linda mentirosa

714 31 4
                                    

—¿¡Qué vamos a hacer!? —grito. El miedo que expresaban mis ojos, era astronómico. Las demás estaban igual, pero sabían esconderlo mejor que yo.

—¡Solo déjalo ahí, Sam! ¡Ayúdanos aquí!

Niego repetidas veces, sin apartar mi vista de aquella cosa.

—¡Sam! Concéntrate —Blair chasquea sus dedos frente a mí. Toma mi rostro entre sus manos y me obliga a mirarla —No es tu culpa, ¿de acuerdo? Todas estamos juntas en esto.

—Yo estaba manejando —pronuncio apenas —Voy... Voy a ir a la cárcel.

—No lo harás. Nos aseguraremos de eso —me asegura —Vamos, olvídalo por un segundo, y ayúdanos a cavar. Es la única forma cómo saldremos de esta.

Asiento un poco distraída, aún observando el cuerpo yacido en el suelo. ¿Cómo fui tan estúpida? ¿Por qué no me fije que había alguien corriendo?

Blair vuelve a llamar mi atención. La miró, temblorosa, dudando de lo que haría.

Termino excavando junto con las demás, temiendo de lo que podría pasar luego. Estaba en graves problemas. Un pequeño error, y mi vida estaba arruinada. Y si, mis amigas podían tener razón en qué tal vez no era solo mi culpa, pero es que... Si lo era. Yo estaba al volante. Yo iba distraída. Yo arrollé a una persona.

Un rato después, todas sucias, llenas de tierra y sudor, logramos hacer un hueco lo suficientemente grande para el cadaver. Entre Melanie, Blair y Sophie arrastran el cuerpo, y yo intento contribuir, pero me dicen que mejor lo deje, y que ellas podían.

Así que me paro ahí, viéndolas luchar contra el peso del hombre muerto.

Un aire provoca que tiemble de escalofríos. Me abrigo con propios brazos, y siento como la piel se me pone de gallina.
Escucho el crujido de una rama, pero proviene de dentro del bosque, eso hace que me voltee rápidamente, y mi corazón comienza a palpitar a una velocidad impresionante.

Definitivamente no había sido ninguna de nosotros. Aquel sonido había provenido de dentro del bosque. Y nosotros estábamos en la carretera.

—¿Escucharon eso? —pregunto, comenzando a sonar paranoica.

—No, ¿qué pasó? —Sophie dice.

—Creo que alguien nos está vigilando.

Entre ellas se miran, confundidas, pero parece que no me creen.

—Hay que apresurarnos. Sam, ve encendiendo el auto —Blair dice. Asiento sin decir nada más y me dirijo al coche.

Abro la puerta, y un segundo antes que pueda entrar, vuelvo a escuchar algo entre los árboles. Intento ignorarlo, y hago lo que Blair me indicó. Tomo asiento en el asiento del piloto, y espero a que mis amigas terminen de enterrar el cadaver.

Unos minutos después, vuelven todas al auto, llenas de suciedad, y el cabello un poco revuelto. Me paso para el asiento de atrás, junto con Blair, que seguía consolándome y tratando de calmarme.

Así pasan los días en el que la cosas entre las chicas y yo estaban un poco tensas. Ya nos veías a cada rato aturdidas por el tema, y alerta a cada cosa que pasaba a nuestro alrededor.

Habíamos prometido no decir ni una sola palabra a nadie. Absolutamente nada saldría de aquí. Y por mi parte, rogaba porque la demás cumplieran con su promesa. Sabía que ellas estaban protegiéndome, pero a veces el miedo nos gana, y hacemos cosas intencionalmente. Algo como soltar la verdad a la policía en medio de un interrogatorio donde estás en un apuro, con presión y toda la culpa sobre tus hombros, es de lo que estoy hablando.

One Shots (Shawn Mendes)Where stories live. Discover now