Enséñame a amar

1K 53 4
                                    

Llego al estudio un poco tarde. Trato de no hacer mucho ruido porque ya ambos estaban aquí, se veían tan concentrados en la pantalla,  con Teddy en frente de este. Dejo mi mochila sobre el sillón ,y me acerco a Shawn para rodearle la espalda. Dejo un beso en su cuello y presto atención a lo que hacían.

Una melodía nueva empieza a sonar, e inconscientemente muevo mi cabeza al ritmo de esa. Es muy buena.

—¿Te gusta?

—Me encanta. —Doy por hecho. —Me hace querer bailar. —Teddy gira su cabeza y me sonríe.

—¿A que hora llegaste? —Dice algo confundida. —Como sea, me muero de sueño, así que iré a casa y más tarde vuelvo. Cuídense chicos. —Se para de la silla y besa mi cabeza para luego darle un abrazo corto a Shawn, antes de irse del estudio.

—¿Solo quedamos tú y yo? —Le pregunto coqueta al castaño, y me acerco a él lentamente para rodearlo el cuello.

—Scott está en camino. —Shawn pone sus manos sobre mi cintura. 

—Seguro que va a demorarse. —Digo confiada. Él sonríe y acerca su cara a la mía, rozando su nariz con la mía.

—Eso espero. —Dice, y finalmente me lanzo a su boca.

Nos pasamos un buen rato compartiendo baba y manoseándonos. Cuando nos separamos, Shawn está colorado y tiene los labios bien rosados. Me acerco a su boca una última vez, y le dejo un casto beso.

—No te vayas. —Murmura medio idiota. Su agarre en mi cintura se hace más fuerte y me pega contra él aún más. —Tenemos tiempo. Lo haremos rápido. —Dice con la voz completamente ronca. Eso me excita demasiado.

No le contesto, y me abalanzo de nuevo a sus labios. Simplemente no podía controlarme estando con él. Shawn siempre andaba prendido, no había quien lo detuviese, y al final del día, era yo la que lo complacía, y viceversa.

Sin pensárselo dos veces, Shawn me quita la camiseta y la deja caer por algún lado. Yo hago lo mismo con su camisa, y pongo mis manos en su pecho, acariciando sus pectorales, mientras dejo pequeños besos en su cuello.

Aprovecho mi situación, y doy un movimiento rápido sobre su pantalón. Quería sentir el bulto debajo de mi zona femenina. Necesitaba que se parara, y a gritos pidiera que lo folle de una vez.

Mis deseos se hacen realidad, pues el amigo de Shawn se pone más duro que una roca, y pudo sentir su masculinidad contra mí. Ambos empezamos a soltar jadeos, y no perdemos ni un segundo más, y nos desabrochamos los pantalones.

Encima de las piernas de mi novio, me acomodo para sujetar y poner su pene dentro de mi feminidad. Lo introduzco con lentitud, pero un segundo después, estoy embistiendo lo más rápido y fuerte que puedo. El sexo salvaje era lo mejor del mundo, y lo era muchísimo más si era con Shawn.

Me sujeto del cuello del castaño mientras acelero mis movimientos. Varios gemidos salen de mi boca al sentir el placer recorrerme desde los pies hasta la cabeza, sobre todo en aquella zona.

—Sam... —Gime mi nombre, con la voz ronca. Le doy un beso en los labios sin dejar de moverme, pero en lo que intento besarlo, y agitarme sobre él, no puedo controlar los sonidos provenientes de mi garganta. Termino jadeando sobre sus labios.

(...)

—Creo que es mejor si quitamos la batería en esa parte.

—¿Tú crees?

—Si, suena mejor.

—De acuerdo.

Las tres de la mañana parecía ser la hora perfecta para la inspiración. Scott y Shawn llevaban varias horas escribiendo y produciendo una de las canciones que formaría parte del cuarto álbum.

One Shots (Shawn Mendes)Where stories live. Discover now