One Shots (Shawn Mendes)

El mejor amigo y la novia

Shawn y Aaliyah saben convencer muy bien. Te lo digo yo, que después de haber dicho que no a ir de viaje con ellos, aquí estoy, en la recepción del que sería nuestro hotel por el resto de la semana.

Karen y Manuel están hablando ahorita en la recepción con un chico, el cuál está lindo y me quiero acercar, pero me da vergüenza.

Me voy con los hermanos Mendes a sentarnos en el sillón. Shawn en medio de nosotras, y siento que su brazo pasa por mis hombros. Acomodo mi cabeza en su hombro sin pensarlo dos veces, pero me doy cuenta de lo que he hecho y siento mi cara arder. Sé que no me ve pero me siento incomoda así que opto por levantarme y sin decir nada, me voy al baño.

Espero unos segundos, mientras me observo en el espejo y aprovecho en hacer pipí. Me lavo las manos y mojo mi cara para refrescarme un poco, ya que hace demasiado calor.

Cuando salgo, veo que Karen y Manny están con sus hijos.

—Ahí estás, cariño. Toma, tu habitación es la 646. Está al lado de la de Shawn. —Karen me entrega una tarjeta negra, que supongo que es lo que va a abrir la puerta del cuarto.

—Gracias. —Le sonrío y tomo asiento a un lado de Shawn. Ni siquiera lo miro por vergüenza y presto atención a sus padres.

—Bueno, ya saben niños. Nada de fiestas y nada de molestar a los demás. No se pasen de listos con el personal del hotel. —Dice apuntándonos especialmente a Shawn y a mí. —Shawn, acuérdate que ya tienes veintiún años. Vamos, a sus habitaciones. Más tarde les avisamos para ir a cenar y conocer un poco.

Recogemos nuestras maletas y nos vamos hacia el elevador. Cuando llegamos al piso seis, cada unos se va para su lado, en está ocasión, Shawn y yo vamos para el mismo lado. Caminamos juntos, en silencio, hasta que a él se le da por hablar.

Carajo.

—¿Te encuentras bien, Sam?

—Si, ¿por qué preguntas?

—Nada, solo que te veo un poco ida. ¿Estás segura que todo bien? —Voltea a verme curioso. —¿No será por lo de ay-

—Si, si. No te preocupes. Nos vemos después. —Me apresuro a decir. Entro a mi habitación y cierro la puerta, siento mi corazón acelerarse gracias a Shawn.

¿Por qué lo hice?

Dejo mis cosas en el piso y abro la maleta para sacar mis ropa de dormir.

No tengo ganas de nada, no quiero salir a ningún lugar y menos si él se encuentra ahí. Sé que lo que hice estuvo muy mal, y ahora me siento como la mierda. No quiero que nada se arruine entre nosotros, mucho menos entre Shawn y Brian. Siento que todo va a ir de mal en peor, sé que todo acto tiene consecuencias, pero yo no esperaba enamorarme de él, de su mejor amigo.

¿Como diablos iba a decirle que ya no tenía sentimientos por él? Que de la noche a la mañana, después de haber hecho lo que hicimos, me gustaba otra persona, y peor aún, me acosté con ella.

Tomo la pijama y me la pongo. A pesar de no tener sueño, las ganas de hacer cualquier cosa han desaparecido. Simplemente quiero que el día termine y pueda librarme de Shawn por unas horas. No quiero ni verlo a él, ni a su familia, solo me recordaría más a él. Probablemente podría llamar a Aaliyah y contarle, pero es que me siento de lo peor que hasta creo que ella me juzgaría si se enterara.
Descarto la idea y borro cualquier pensamiento relacionado con ellos. Necesito descansar.

Mis ojos se abren de par en par, poco a poco y noto que está oscuro. Fijo los ojos en mi teléfono que se encuentra justo a mi lado y veo la hora.