Relaciones públicas

1.5K 57 4
                                    

Empezó con pequeños e inocentes besos. Se nos fue de las manos cuanto más pasó el tiempo y, llegamos a algo que, sin darnos cuenta, nos afectó a ambos.

(...)

-¡Bájame! -Chillo de nuevo, riendo como nunca mientras el castaño me sostiene en su hombro.

-No. Tienes que decir la palabra mágica. -Insiste de nuevo.

-Está bien, pero primero bájame. -Me rindo y toco el suelo. -Te odio.

-No lo haces. -Ríe. -Tú me amas.

-Já, ya quisiera. -Me cruzo de brazos y doy media vuelta, dándole la espalda.

Observo el cielo por unos segundos hasta que siento los brazos de alguien alrededor de mi cuerpo. Su nariz hace contacto con mi cuello y sus labios besan esa zona delicada. Me estremezco por unos segundos. Me volteo a verlo, él mantiene una sonrisa impecable y dulce, mientras observa mis ojos con atención.

-Dilo.

-No lo haré.

Se acerca más a mí, haciendo que nuestras narices se rocen y me toma de la cintura para besarme. No me niego a nada, y le sigo el beso. Pongo mis manos alrededor de su cuello y me pongo de puntitas ligeramente para disfrutar sus labios con más facilidad.

-¡Esoooo!

Me separo de él inmediatamente, y ambos nos giramos a ver qué está pasando.

La mayoría de personas nos apuntan con sus teléfonos. Veo a Brian sonreír de oreja a oreja, pero no es a mí a quien mira.

-¿Qué está pasando? -Pregunto llevando mi vista hasta el ruloso. Me sonríe de manera dulce y se encoge de hombros.

-No tengo ni la menor idea.

Dicho eso, me coge de la mano sin preguntar, y me lleva hasta dentro de la casa. Pasamos entre la gente, y cuando llegamos a Brian, éste le hace una reverencia, a lo que él castaño sonríe.

-Gracias, hombre. -Lo oigo decir.

Tomamos asiento en la barra y él pide dos bebidas para ambos.

-¿Quieres ir a algún lado, o prefieres quedarte? -Pregunta amablemente cuando ya tenemos las bebidas en mano.

-¿Porque no decides tú? -Le pregunto en plan coqueta. Pero no tengo ninguna intención de volver esta situación caliente.

-¿De verdad lo quieres así? -Deja su vaso y se adelanta un poco a mí. -¿Que te parece si vamos a mí departamento y-

Comienzo a reírme, haciendo que Shawn deje de hablar. Es que casi todo se lo tomaba de la misma forma.

-¿Qué es lo gracioso? -Frunce ligeramente las cejas y me mira con una sonrisa.

-Nada. -Niego, intentando dejar de reírme. -Vamos.

Lo agarro de la mano y juntos caminamos hasta salir de la casa. Ninguno de los dos le avisa a alguien que ya nos vamos a ir, pero no creo que les importe tampoco.

Al menos yo si quería un par de horas a solas con Shawn.

Caminamos un par de cuadras hasta llegar a la calle principal. Las miradas están en nosotros como si fuéramos carne, y me incomoda no poder tener un poco de privacidad cuando salgo con alguien. Los paparazzis toman cantidades de fotos con cada paso que damos y la gente que nos rodea, solo saluda y nos sonríe.

Mis pies ya empiezan a doler un poco, pero no me quejo. Shawn para un taxi y nos metemos en él rápidamente.

Si quiera ya podíamos descansar de la atención.

One Shots (Shawn Mendes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora