One Shots (Shawn Mendes)

New kid

Lunes por la mañana estoy lista para ir al instituto. Lo bueno es que ahora que estoy en último año, las actividades escolares y cursos que tenía que tomar eran más divertidas y no sufro como lo hacía años anteriores. Y puedo decir que casi toda mi clase está de acuerdo en eso.

Llego a la escuela y me bajo de mi preciado Audi. No es por presumir nada, pero había trabajado duro por aquel auto, y ahora lo amo con mi vida. Entro a las instalaciones del colegio y camino hacia mi casillero. Algunas miradas se posan en mí, pero intento no prestarles tanta atención. Casi todos los días eran lo mismo, y una ya se acostumbraba a ser vista. 

Tiro mi mochila al suelo y saco el libro que necesitaría para primer periodo. Antes de poder cerrar mi taquilla, escucho un pequeño alboroto, hasta que dos caras conocidas se posicionan a mi lado.

—Chico nuevo. —Canturrea Sophie con una sonrisa.

La miro con una ceja alzada, divertida. —Estamos a mitad de año.

—¿Y eso qué? Cuando lo veas, no te va a importar. Créeme, Sam, ese chico está como un pastel de fresas. —Exagera Blair.

—No me gusta el pastel de fresas.

Bufa. —Entonces, está como un plato de mac & cheese.

—Mejor así. —Sonrío contenta.

—Como sea. Éste chico ha repetido onceavo grado dos veces, y creo que por eso se cambió de escuela.

Hago una mueca, queriendo reírme, pero al mismo tiempo me intriga saber cómo luce este chico que parece tener emocionadas a mis amigas.

El timbre suena luego de que Blair y Sophie se la pasan adorando al chico.  Me despido de ellas, y me dirijo a Historia. Tomo asiento en una de las últimas carpetas, como usualmente hacía, y dejo mi mochila en el suelo. Antes que el maestro llegue, entran los últimos alumnos, y noto una cara nueva. Es un chico atractivo, y tal vez sea ESE chico del que mis amigas hablaban. Noto los tatuajes negros en sus brazos, y la curiosidad me entra. ¿Tendrán algún significado o era solo por estética? Hacemos contacto visual por dos segundos antes que él tome asiento detrás de mí. El profesor comienza dictando la clase, y así se pasa el tiempo volando, aunque no podría estar más aburrida.

Unas horas más tarde, la campana finalmente suena indicando la hora del almuerzo. Me apresuro en ir a la cafetería, pero hay una larga cola. Bufo antes de divisar la cabellera negra de mi amiga, y me acerco sin problemas hacia ella.

Blair llega al mismo tiempo que yo.

—Es un dios griego. —Dice sin poder creerlo. —Acabo de tener Cálculo con él, y la maestra lo hizo presentarse. Es un papasito.

—No me digas que ya te enamoraste de él. —La miro divertida.

—Nop, pero Sam, dale una oportunidad. No volverás a ver a un hombre como éste en tu- 

No termina de hablar, y se queda estupefacta mirando a mis espaldas. Miro extrañada a Sophie, pero está igual que Blair. ¿Qué tanto las tiene así? Y claro, cuando volteo a ver, aquel chico acababa de entrar a la cafetería.

Noto que más de una está distraída por su "belleza". Ruedo los ojos, pareciéndome algo estúpido, y golpeo el hombro de mis amigas.

—Parecen estúpidas.

Sophie hace una mueca y me saca la lengua.

Cuando ya tenemos nuestra bandeja en la mano, me desvío a otra mesa. Blair y Sophie me siguen con una expresión confundida.

—Uhm... Sam, la mesa está por allá.

—Si quieren vayan ustedes. —Digo simple.

—No, está bien. Nos quedaremos. —Contesta. Noto como Blair y Sophie se miran algo extrañadas, y toma asiento a mi lado.