Ten Ten
La sensación de estar siendo observada me obligó a levantar la vista y me topé con Hinata, quien desvió la mirada inmediatamente. Hice un pequeño paneo a los demás miembros del equipo, y la mayoría de ellos ni siquiera intentaron ocultar su desconfianza. Supongo que eso merecía después de no haber sabido mantener mi boca callada. Shikamaru me había dejado en evidencia frente a todos, y rejuntar toda su rabia y frustración en mí era lo más fácil. Sobre todo, después de haber perdido a un cuarto del equipo.
Crucé los brazos e ignoré sus juicios. Sí, también odiaba que Ino hubiera desaparecido en ese bosque de mala muerte, y que Shikamaru y Chōji le hubieran seguido. Sólo con aquellas bajas, ya podríamos considerar la misión como perdida. Pero culparme no iba a solucionar nada. Por el contrario, sólo iba a lograr separar más al equipo. Observé a Lee, quién parecía a puertas de iniciar una conversación y suspiré irritada.
— Descansaremos aquí. — Anunció Naruto atravesando el tenso silencio. — Kiba, Shino; revisen el perímetro. También...
— Ten Ten y yo nos encargaremos de la fogata. — Se ofreció Rock Lee y le mandé una mirada asesina.
— Asegúrense de no avivar demasiado el fuego. — Anotó Sasuke en voz baja, pero manteniendo la firmeza que lo caracterizaba. — No queremos dar cuenta de nuestra ubicación demasiado pronto. — A juzgar por las bolsas debajo de sus ojos y sus silencios cada vez más largos, era obvio que la estaba pasando peor que cualquiera de nosotros en esta situación. Y para nadie era un secreto que, tras cada día, las posibilidades de que recuperáramos a Sakura eran más escasas.
— Sasuke y yo les haremos saber el plan de acción para mañana. Tendremos que reformular algunos cambios, hasta que vuelvan Ino; Shikamaru y Chōji. — Lee y yo intercambiamos miradas. Puede que eso nunca pasara... — No se tarden.
Rock Lee y yo nos alejamos del grupo hacía el ligero bosque que colindaba con el camino. Y, a diferencia de lo que creía, mi compañero no se dispuso a atacarme con irritantes preguntas. Por el contrario, se mantuvo en silencio mientras derribaba un árbol mediano de un solo golpe. Me agaché y empecé a cortar trozos de leña del tronco, mientras intentaba ignorar los susurros de mi conciencia.
— ¿Por qué no me lo dijiste? — Murmuró turbado mientras le daba un innecesario golpe a otro árbol. No sonaba enojado, precisamente. Más bien, herido. — ¿Aceptaste el trato que te ofreció ese sujeto? Porque si es así, podríamos...
— ¡Basta, Lee! ¡Por favor! Yo no hice un trato con nadie. Ni siquiera conocí a ese tipo... exactamente. — Se sentó en el suelo visiblemente aliviado y sonrió.
— Ya sabía que tú, más que nadie, no podría ser capaz de algo así. Sin embargo, por alguna razón, necesitaba escucharlo de tu propia boca. — ¿Qué se supone que significaba eso? — Bueno, ya que dejamos eso claro. — Pronunció mientras se levantaba. — Podemos ir y contarle todo a Naruto. — Lo intercepté por el brazo y lo arrastré, de nuevo, al suelo.
— No. — Sentencié impasible. — No haremos eso.
— Pero...
— Todo el mundo tiene secretos, Lee. Y puedes estar tranquilo, que los míos son mucho más livianos que otros.
— ¡No puedo aceptar eso! — Gritó ofuscado. — La vida de Sakura está en peligro, y probablemente la de Ino, Shikamaru y Chōji también. Necesitamos toda la información que tengamos para ayudarles ¡Es nuestro deber como ninjas! — Era.
— ¡Has silencio! Nos pueden escuchar ¿Qué no lo entiendes? No importa lo que diga. No cambiaría en nada lo que ha pasado. Sólo abriría heridas innecesarias. — Me miró sin mucho convencimiento. — Por favor, Lee, confía en mí. Si yo creyera que mis palabras podrían ayudar en algo, las habría dicho sin dudar.
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Recuerdos de la Hoja: Confesiones de los Once de Konoha
FanfictionVeinte años después de los Exámenes Chūnin, el legendario grupo, los Once de Konoha, se reunirá para desenterrar los secretos que ha ocultado por más de una década. Memorias que encenderán llamas apagadas y reabrirán heridas que se creían cerradas e...