Capítulo 49 - Confía

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Eduardo frenó de golpe su camioneta, Lautaro se bajó corriendo y no golpeó la puerta, simplemente abrió y vio como Galia bebía un vaso de agua mientras tiritaba de miedo, su Madre le abrazaba y su Papá llamaba por teléfono.

—Volví a recorrer todo el maldito parque con Eduardo —dijo él mientras Edu entraba de manera silenciosa a la casa de la pelirroja —No lo encuentro Galia, no logro encontrarlo.

—Algunos policías lo están buscando —dijo el mayor, dejando el móvil sobre la mesa y rascándose la cabeza —Pero deben pasar 24 horas para que armen un operativo más profesional.

—¿24 horas? —gritó Galia, acercándose a Lautaro y sosteniéndole la chaqueta —Lau vamos a buscarlo, debe estar allá fuera con alguien.

—Claro, claro, busquemos toda la noche si es necesario —la chica tomó su abrigo, los padres de Galia se quedaron en casa ya que no querían dejar solo el lugar en caso que alguien llamara o Collin regresara.

Eduardo condujo por toda la ciudad, durante horas recorrieron cada calle pero no lograron verle, no había rastro de la desaparición de Collin.

Mientras que Lautaro les llamaba a todos sus amigos para armar equipos de búsqueda, Oliver abría sus ojos sorprendido al entrar a su cuarto y ver a Marcos gritarle a Collin.

—¿Qué mierda estás haciendo? ¿Quién es él? —Oliver se acercó corriendo para proteger al pequeño —¡¿Qué?! ¿El hijo de Lautaro?

—Quiero regresar a casa —dijo Collin.

—No vas a regresar a ningún lugar, piojoso.

—¡¿Qué tienes en tu puta mente?! En serio creí que mantenías algo de cordura, pero con esto...

—¡Este es mi plan! —gritó Marcos —¿Qué no ves lo fabuloso que...?

—¡¿Puedes dejar tu tonto personaje un momento?! No podemos secuestrar a un niño, ¿Qué tiene que ver él con todo lo que ha pasado?

—Queremos destruirlos, ¿Recuerdas? Si quiero a Lautaro con el corazón roto, el piojoso es importante.

—Yo no tengo piojos —le dijo Collin con actitud y orgullo —y mi Papá va a encontrarme, es policía.

—Yo también soy policía cariño —sonrió Marcos —Oliver igual, así que cállate.

—Joder —Oliver tomó de la remera a Marcos y lo sacó del cuarto, cerró la puerta de un golpe y le miró a los ojos —¿Estás pensando bien? Es la peor idea que has tenido.

—No me juzgues, al menos yo intento hacer algo —Marcos sin sentir arrepentimiento alguno se giró y caminó hacia la cocina, Oliver enojado presionó sus puños y estuvo por golpear la pared, pero se tranquilizó ya que sabía que eso asustaría a Collin.

Abriendo la puerta, entró al cuarto y vio al chico intentando salir por la ventana.

—Es un segundo piso —dijo —No te conviene saltar.

—Mi Papá va a encontrarme, Mamá va ayudarle.

—Lo sé —dijo Oliver, levantando los hombros con resignación y sentándose en la cama —¿Tienes hambre?

—...si —Collin caminó hacia él, con algo de temor tomó asiento a su lado y le miró al rostro —Iba a ir a comer con mi Papá y Eduardo, pero me trajeron acá antes.

—Voy a... a ir por algo —Oliver presionó sus ojos con cansancio y bostezó —No le hagas caso a Marcos ¿Si? lo solucionaremos pronto.

Solo TúWhere stories live. Discover now