Eduardo es un chico que puede sonreír o asentir durante todo el tiempo sin problema, pero cuando la puerta de su habitación se cierra, una oscuridad pinta las paredes de su cuarto, Edu vive soportando un secreto que lo destruye y lo aleja de la feli...
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Lautaro presionaba fuerte la mano de Collin, el pequeño miraba las estrellas mientras hablaba de lo mucho que se había divertido con su abuela, como si su Padre no hubiera estado allí; El rubio le prestaba atención, le oía y le sonría para que el pequeño se sintiera escuchado, al estar cerca de casa, Collin se soltó de la mano y corrió a saludar a su Madre, Galia permanecía sentada frente a su casa, era una noche calurosa.
Collin saludó a su Madre, le besó la mejilla y comenzó nuevamente a narrar todo lo que había hecho, Galia le atendió hasta que Lautaro tomó asiento a su lado en la pequeña terraza que había frente a la casa.
—Hola —le saludó el chico. Collin tomó algunos juguetes que permanecían en el césped y se apartó de sus Padres —¿Cómo estás?
—Tengo algo de sueño, estudiar por internet es más agotador de lo que creí.
—Créeme que valdrá la pena en un par de años.
—Lo sé —dijo la pelirroja con una sonrisa, Lau soltó una respiración agotada mientras su mirada se perdió —¿Y tú que tal estás? ¿Cómo ha estado la práctica en el cuartel policial?
—Es algo largo el turno pero en el fondo es lo que siempre quise.
—¿Y por qué no te ves feliz? —Galia lo miró a los ojos y le acarició la mejilla —Lautaro te conozco, se que algo hay en esa cabeza tuya.
—Me conoces muy bien ¿No? —rió.
—Lo suficiente, soy la única que te ha visto desnudo —Galia le guiñó la mirada —O eso es lo que creo.
—La única —rió el rubio avergonzado, confirmando dicha frase —La única —Lautaro y Galia podían ya no estar juntos, pero la amistad entre ellos permanecía siempre.
—¿Entonces? ¿De verdad sucede algo o...?
—¡Mamá se le ha salido la cabeza a Iron Man! ¿Puedo tirarlo a la basura?
—Lo repararé cariño, solo dámelo más tarde —Collin volvió a tomar sus juguetes —¿Entonces Lau?
—Creo que puedo decirte esto —suspiró el rubio agotado —Mi mente está hecha un desastre últimamente.
—Comienzo a creer que lo que hay en tu cabeza es una persona.
—Hay un chico —confesó Lautaro —un chico que conocí trabajando para año nuevo, y... y desde ese día no he podido realmente pensar en otra cosa que no sea él.
—¿Y lo conoces? ¿Lo has vuelto a ver? —Lautaro le explicó a su ex novia la forma en la que Edu se había comenzado a acercar y como han llegado a ser amigos, Galia le prestó atención y humedeció sus labios con lentitud antes de volver a hablar —¿Has intentado coquetearle? Eso funciona muy bien contigo, lo sé por experiencia propia —Galia y Lautaro reían de forma pequeña mientras hablaban.
