Capítulo 41 - Lautaro Alarcón

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Jonathan comenzaba a respirar un poco más tranquilo cuando Eduardo empezó a abrir los ojos, el chico no se había desmayado, había tenido una baja de presión muy grande de un momento a otro, cayendo al suelo y siendo sostenido por su Padre

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Jonathan comenzaba a respirar un poco más tranquilo cuando Eduardo empezó a abrir los ojos, el chico no se había desmayado, había tenido una baja de presión muy grande de un momento a otro, cayendo al suelo y siendo sostenido por su Padre.

—¿Qué pasó? —Tadeo apareció en el comedor, el ruido le despertó ya que el chico es de sueño muy ligero —¿Eduardo está bien?

—Edu ¿Me escuchas? Soy tu Papá —Eduardo asintió, mientras una lágrima caía por su mejilla —Hey, tranquilo todo está bien.

—Algo le pasó a Lau, algo pasa —dijo el chico perdiendo el control —Necesito llamarlo —el pelinegro intentó levantarse, pero cayó al sofá por culpa del mareo, Tadeo le ayudó a ponerse de pie y lo llevó a su cuarto, el Padre de los chicos llamó al doctor de la familia, a Edu lo atenderían temprano por la mañana, lo mejor que podía hacer ahora era descansar.

El pelinegro tomó su teléfono y le marcó a Lau, pero el marcador no demoró en lanzarlo a buzón de voz al estar el móvil apagado; algo ansioso quiso llamarle a Galia, pero Tadeo no le dejó.

—Es de madrugada Edu, vas a despertar a medio mundo.

—De verdad siento que algo no anda bien.

—Vale, tranquilo ¿Me quedo a dormir contigo? —le dijo su hermano, tomando asiento a su lado —Te acompaño.

—Gracias —dijo, Jonathan regresó al cuarto y dejó un vaso con agua en la mesita de noche del menor, le besó en la frente y le prometió que todo estaría bien.

Eduardo se recostó en la cama, Tadeo se quedó a su lado jugando en silencio con su móvil hasta que notó que media hora después, Eduardo se había quedado dormido, justo en el momento cuando empezó a sonar una llamada telefónica.

El chico se apresuró en tomar el móvil de su hermano, respondió la llamada sin ver quién era.

—¿Hola?

—¿Eduardo?

—No, soy su hermano: Tadeo, Edu se acaba de quedar dormido.

—Oh... eh... —Galia hablaba nerviosa —Agradezco que me hayas... respondido tú.

—¿Sucede algo? —susurró. La chica comenzó a sollozar, pero limpió su garganta y se esforzó en poder hablar.

—Tadeo han encontrado a los policías —el chico sonrío, ansioso por despertar a su hermano para que escuchara la noticia —Pero... pero le han disparado a Lau.

—¡¿Qué?! —gritó, despertando al pelinegro.

—Me acaban de llamar, me dicen que lo están llevando en una ambulancia, pero no sé si está bien o mal, no me han querido decir... decir nada, yo creo que... todo ha salido mal —la chica se quebró —¿Podrías avisarle a Edu? Van ahora al hospital... yo ya no puedo hablar más, lo siento —Galia cortó el teléfono, Tadeo se quedó sin aliento y empezó a temblar.

Solo TúWhere stories live. Discover now