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"No puedo resolver ni mis problemas ¿Y esperan que resuelva los de Baldor?"
Apoyaba su cabeza en su mano izquierda, mientras que con la derecha intentaba resolver el problema que se le plateaba en el libro.
En la últimas semanas la joven Watanabe había estado bastante ocupada, se estaban acercando lo exámenes finales y quería sacar buenos puntajes. Por ciertas circunstancias en su antigua escuela sus notas fueron terribles, por lo que necesitaba aprovechar estos exámenes para destacarse al máximo y nivelar su promedio. No sería una estudiante ejemplar, pero podría estar en la media si se esforzaba.
Para su suerte entendía casi todo con una mediana facilidad, pero aun así tenía que lidiar con su eterna enemiga.
— ¡Para que se supone que usare algebra en mi vida! Nunca he visto a nadie preguntarme: De un barril lleno de cafe se saca la mitad del contenido y después un tercio del resto, y sabes que, ni siquiera voy a leerlo todo. El día en el que el encargado de la cafetería me pregunte algo como esto, juro que me tiro yo al barril.
—Tranquila, si te estresas no te aprenderás nada y te saldrán arrugas —escuchó decir a Yumehara, esta parecía bastante relajada.
"Más de lo que le convendría" Pensó la castaña mientras veía a su amiga probarse gran variedad de su ropa, que en su mayoría eran sacos de talla grande. En parte era gracioso ya que algunos le quedaban como vestidos.
