Capítulo 59

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Emma se giró para asegurarse de que estaban todos bien. Su madre seguía a su lado, su padre y su hermano igual, aunque todos un poco confundidos, y Killian se acercaba a ella. Regina y Robin se comprobaban entre ellos y Zelena y Malek también estaban bien.


-¿Qué has hecho?-preguntó Regina. -¿Dónde estamos?


-En el plan b de mi plan-respondió Jafar.


Emma apretó los dientes al sentirlo y jadeó, el sabor fuerte de metal en la boca, el zumbido insistente en su cabeza, el veneno en su sangre revoloteando. "No puede ser". Pero Regina, Zelena y Malek tenían la misma expresión opresiva que ella. Jafar rio.


-¿Qué pasa?-preguntó Blanca percatándose.


-Yo no necesito esto-con un movimiento de su cetro de ojos rojizos, la girosfera de Emma salió volando de su bolsillo, directa a la mano de Jafar. Emma intentó atraparla pero fue tan repentino que ni siquiera pudo reaccionar-, para poder viajar entre reinos.


Se hizo un silencio tenso entre todos ellos.


-Soy el hechicero más poderoso, ese fue mi primer deseo y, como buen genio que fuiste-dijo mirando a Malek-, ya sabrás que los deseos no se anulan.


Malek apretó la mandíbula. La mayoría tenía una expresión confusa en el rostro.


-Aunque ya no sea un genio, sigo siendo el más poderoso y puedo viajar entre mundos sin ningún problema.


-¿Entonces por qué quieres coger la magia de todos estos reinos?-replicó Regina.


Jafar se quedó un momento en silencio y Malek lo comprendió.


-No eres el hechicero más poderoso-dijo, Jafar le dirigió una mirada crispada-, solo se te dio el poder. Y ese poder está encerrado en ese cetro, sin él no eres más que un charlatán avaricioso.


Jafar apretó su agarre alrededor del cetro y sus ojos brillaron con furia contenida.


-Aún así sigo siendo más poderoso que todos vosotros.


-¿Eso quiere decir que si conseguimos quitarle el cetro lo dejaremos sin poderes?-le preguntó Regina a Malek en voz baja.


-¡Es tarde!-gritó Jafar, sus ojos parecían tan rojos como los de la serpiente del cetro. Sonrió ampliamente.


En la distancia se escuchó un trueno que retumbó por todos lados y una ráfaga de viento movió las copas de los árboles, desestabilizándolos también.


-Oh, dios-murmuró Emma.


-Sí-siseó Jafar.


-¿Qué ha sido eso?-preguntó David.


Érase Una Vez... a contrarrelojWhere stories live. Discover now