Sebastian Stan One Shots

Bar

Advertencia:

Contenido sexual: No.

Consumo de drogas/alcohol: Si.

Violencia: No.

Canción: Blue ain't your color [Keith Urban]

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El lugar estaba un poco vacío, algo que era extrañamente raro para un viernes en la noche. Aunque se había alejado un poco de donde estaban grabando para intentar no encontrarse a alguien, el bar con el letrero neón azul, no era algo nuevo para ella.

Respiró, queriendo no sentirse mal tan pronto y, levantando una mano, pidió otro vaso de Whisky, sonriéndole gentilmente al camarero. Esperó paciente y cuando el trago llegó, tomó sin pensarlo. 

Por las puertas grandes de la entrada, un grupo de personas pasaban a acomodarse en el establecimiento. Entre ellas, un pelinegro de ojos azules que, tomando el día libre, quería pasar un buen rato. Vestido con chaqueta de cuero, acompañado con su típica amabilidad y picardía, Sebastian se sentó en la barra, pidiendo su bebida.

De fondo sonaba alguna canción country y como el bar era un espacio acojedor, algunas parejas ya empezaban a bailar. La muchacha en las mesas del fondo sonrió triste, reprochandose el sentirse tan mal. Podría haber estado con sus amigos y compañeros en ese momento, pero pensar que podría llorar como niña frente a estos, no era una idea que quería ver convertida en realidad.

Por su parte, Stan disfrutaba del momento, viendo a las personas bailar y al lugar tomar vida. Estaba acostumbrado a las grandes ciudades pero, negar que le gustaba el estilo de vida más campesino, sería mentir. Así que escuchaba las canciones, saboreando su escoses, relajado.

La canción cambió y, quizás por casualidad, cuando la gente comenzó a esparcirse, los ojos azules de Sebastian dieron con la figura de una muchacha hundida en sus pensamientos mientras miraba a un vaso vacío. Se veía distante, pero, cansada y triste. Comprobó sus sospechas cuando en un movimiento rápido, limpió lo que el creía era una lágrima de su mejilla. Sonrió suavemente, viendo cómo seguía por lo bajo la voz del cantante, moviéndose delicadamente hacia los lados.

Se dirigió al que lo estaba atendiendo, pidió dos escoseses más y una vez servidos los tomó, levantadose y dirigiéndose a donde su compañera de trabajo estaba.

— Hola.— La menor giró un tanto asustada a donde estaba parado Stan y frunció el ceño al verlo ahí.

— Seb...— Sebastian sonrió de lado ante la confusión de Elizabeth.

— ¿Me puedo sentar?— Todavía sin entender mucho como él estaba ahí asintió, sin saber que sentir. Stan le pasó uno de los vasos, dándole a un camarero que pasaba el vaso vacío que ella antes tenía. Girándose nuavemente hacia ella, volvió a sonreír.— Hola.

— Hola.— Cayó en la realidad y entendió que quizás estaba hecha un desastre por andar llorando. Rápidamente comenzó a limpiarse las mejillas, sin mirar a su compañero.— Dios, lo siento, debo estar hecha un caos.

Stan negó un tanto divertido y cuestionó si arriesgarse tan temprano, pero decidió que no era el momento.— Descuida ¿Qué haces aquí?

— Pues, debería preguntarte eso yo a ti. Estamos bastante lejos del set de rodaje, no pensé encontrarte en este lugar.— Se concentró un momento en el contrario y se quedó sin aire por unos segundos. Sebastian se veía demasiado bien.