Words

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Parte 3

[Last time]

Canción: Words [Passenger]

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La última vez que se vieron, el cielo parecía querer caerse. Llovía en abundancia y el frío que aumentaba cada vez más, congelaba hasta los huesos.

Había tránsito como siempre, al final, era una grande ciudad. Sebastian ya acostumbrado a su actual vida, solo cantaba alguna canción que había salido en aleatorio de su reproductor.

Los parabrisas no paraban de trabajar y el castaño solo quería estar en su apartamento, pidiendo algo de comida y tomando una copa de vino. Estaba cansado de las largas horas de grabación y últimamente su ánimo había decaído, quizás por extrañar su hogar.

Desde aquella vez que se vieron en el porche de Stan, Beatrice y él no habían sabido nada del otro. Ella se había despedido, sin dejarlo hablar.

Desde aquel entonces, una cantidad significante de cosas habían cambiado.

Él se convirtió en actor, su fama creciendo con cada trabajo que hacía. Ella, se dedicó a la pintura. Lo único que sabía Sebastian era que estaba por algún pueblo del interior, con una galería y que le iba bien.

No quiso pensarla demás, para no lastimarse de sobremanera. Gracias a su trabajo y a su nueva vida, habían muchas cosas en su mente que ocupaban la mayoría de sus pensamientos. Ya era completamente adulto, su madurez trayendole fortaleza para aceptar algunas cosas de la vida.

Sin embargo, de vez en vez, como un interruptor que casi nunca se prende, pero cuando lo hace es en los momentos menos esperados, su recuerdo lo seguía sacando de sí. Ya sea en una fiesta con miles de famosos, en la casa de un amigo con unos cuantos conocidos, en un viaje de propaganda o en su apartamento, sólo, cada vez que volvía a ver sus ojos miel y su cabellos rebelde, se sentía perdido, todo lo demás se esfumaba y preguntas comenzaban a formularse en su cabeza.

Pero con el tiempo supo cómo recomponerse más rápido, lidiando con su sonrisa después, cuando la oscuridad y el silencio de su habitación lo consumían.

Por su parte, Beatrice intentó salir adelante, hacer lo correcto. Después de un buen tiempo de tener una vida nómada, abrió una galería de arte cerca de donde su hermano ahora vivía, le gustaba el lugar y la paz que le transmitía ayudaba a callar las constantes voces que le decían como las cosas pudieron ser diferentes.

Le iba bien, no se quejaba, para ser artista en un pequeño pueblo, tenía una vida buena, con capacidad de hacer lo que quisiera. Aunque bueno, nunca había sido de gustos caros.

El recuerdo de él venía cada vez que veía algo relacionado a ellos. Ya sea porque un día el cielo estaba tan azul como sus ojos o porque veía a alguien que visitaba a su galería y la espalda le parecía conocida. Quizás, también se recordaba de él al ver el mismo estilo de su carro andar por ahí, alguien en el vecindario tenía uno idéntico, sólo que cada vez que ella lo veía pasar frente a su casa, detallaba las diferencias de ambos, quedándose siempre con el de Stan.

Esa noche había ido a terminar unos negocios sobre la galería a la ciudad y pensó que sería bueno llevar a la familia, tomando unas pequeñas vacaciones, un viaje divertido e inesperado, un poco como su vieja vida. Pero no sé esperaban que lloviera tanto y recordando su antiguo hábito, hizo que todos la acompañaran a bañarse en la lluvia, escuchando las risas de sus familiares y notando como los que vivían por el lugar los veían raro. Disfrutaba demasiado eso y tenía tanto tiempo sin sentirse tan viva.

Sebastian Stan One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora