Sebastian Stan One Shots

Te seguiré en la oscuridad

Advertencia:

Contenido sexual: No.

Consumo de drogas/alcohol: No

Violencia: No.

Canción: I will fallow you into the dark [Death Cab for Cutie]
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Estabas en la sala de emergencia corriendo, todo había pasado tan rápido. No podía estar pasando, no con él.

- Disculpa ¿Dónde está la habitación 35?.- Preguntándole a la señora que estaba en la recepción descansaste un poco. Las lágrimas estaban casi cayendo por tus mejillas y tus manos temblaban.

- Sigue derecho, cruzas a la izquierda y luego a la derecha.- Diste las gracias y volviste a correr por los pasillos.

Al cruzar a la derecha pudiste ver algunas personas reunidas, y entonces viste a Chris. Se veía destrozado. Corriste y el te vió, caminando rápido para abrazarte.

- ¿Por qué?- Fué lo que pudo susurrar en tu oído. Lo abrazaste fuerte intentando no llorar.

- ¿Dónde está, Chris?.- Respirando difícilmente te separaste de él.

- Está adentro y duerme. Me pidió que no te dejara pasar, no quiere que lo veas así.- Se pasó una mano por el cabello e intentó sonreír.

- Sabes que voy a pasar Evans, sabes que lo tengo que ver.- Él asintió y te acompañó hasta la puerta.

Las personas que estaban cerca te saludaban con un movimiento de cabeza o cerrando los ojos. Saludaste a la madre de Sebastian con un abrazo fuerte, diciéndole en el oído que todo estaría bien.

Abriste la puerta de la habitación y casi se te para el corazón. Cerraste los ojos y tomaste aire, sentiste el dolor en el pecho. Estaba acostado en la cama, con todo el cabello despeinado y ojeras. Su piel era pálida, sus dedos estaban un tanto morados, se veía cansado y descompensado. Era horrible verlo así.

- Hola Seb.- Tragaste grueso y miraste a otro lado, respirando.

Querías hablar pero no pudiste, así que sólo tomaste un mueble y lo pusiste al lado de la camilla, para tomar su mano y mirarlo, detallando cada parte de su cuerpo.

- Quédate conmigo...porfavor, no me dejes. No nos dejes...

Abriste lentamente los ojos cuando sentiste un movimiento en tu cabeza. Giraste el rostro y divisaste a un Sebastian cansado pero con una sonrisa.

- Hola amor....- Pudiste ver qué tenía los ojos cristalizados y respiraba lentamente.

- Hola hermoso.- Te dedicaste a apreciar las caricias en tu pelo. Respiraste y soltaste el aire lentamente.

- Princesa ¿Por qué estas aquí? Ya son las 10:00pm.- Te sonrió y intentó sentarse, rápidamente lo ayudaste mientras ponías la cama en posición para que él se pudiera recostar. Te dijo que te acercaras y te besó.

- Tu eres el que deberías descansar, fueron unas cuantas horas en cuidados intensivos, debes estar exausto.- Le acariciaste la mejilla. Cerró los ojos y sonrió.

- Mientras esté contigo, no estoy cansado.- Te miró y tomó tu mano.- Acuéstate aquí conmigo.- Se movió como pudo, dejándote un espacio.

- Cariño, tienes el oxígeno puesto y hay muchos cables.-  Él sonrió y tuviste que mirar a otra parte.