Sebastian Stan One Shots

Playa

Advertencia:

Contenido sexual: No.

Consumo de drogas/alcohol: No

Violencia: No.

Canción: Can't help falling in love [Elvis Presley]
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Estaba en un día de trabajo, mis padres tenían un pequeño restaurante al aire libre que yo ayudaba a atender cerca de la playa.

Tenía una camiseta blanca un poco larga, unos shorts rosa y unas vans, teniendo que mantener mi cabello en un moño por causa del calor.

Había terminado mi turno y les rogué a mis papás si podía salir mas temprano para disfrutar un poco de la playa, a lo cual accedieron después de un buen rato de molestias por mi parte.

Me había puesto mis lentes de sol y en mis audífonos sonaba alguna canción de Elvis, ambientando el atardecer y el clima que poco a poco iba dejando de ser tan caluroso.

Comencé a ver al mar, queriendo más que nada poder bañarme de una vez por todos pero justo cuando consideraba la idea de rogar un poco más para que me diera permiso, sentí como alguien me había echado alguna bebida encima.

- ¿Qué rayos...?- Dije mientras veía mi ropa ahora mojada al igual que mi cabello.

- Yo, yo lo siento, juro que fue sin querer, yo no te vi, yo- Lo corte antes de que siguiera.

- Hey calma, esto puede pasar, solo ten cuidado para la próxima.- Cuando miré hacia arriba para ver con quien hablaba me quedé sin palabras. Era un chico más o menos alto, cabell oscuro, ojos azules y  sonrisa resplandeciente.

Sabía quien era, obviamente sabía quien era, pero no podía estar ahí, justo al frente de mi.

- Yo de verdad lo lamento, no fue mi intención.- No lo estaba escuchando, estaba más concentrada en respirar y no morir.

- No...no importa, fue un accidente, como te dije, solo ten cuidado para la próxima.- No sé de dónde rayos saqué fuerzas para hablar y comenzaba a sentirme bien por no haber salido corriendo.

- Bueno ya que te tiré mi jugo encima ¿Me acompañas a comprar otro?- Preguntó mientras se rascaba el cabello.

Si quería cometer homicidio, lo estaba logrando.

- No, bueno si, es que estoy toda llena de jugo.

- Bueno, si quieres yo te puedo prestar una camisa, traje un cambio en mi bolso.- No sabía quien estaba más sonrojado, si él o yo.

Probablemente yo ya que sentía que mis mejillas iban a quemarse.

- Bueno si, si no es molestias, claro.

- Alguien tan linda como tú nunca me molestaria.- Dijo mientras me guiñaba.- Acompáñame, por allá están mis cosas.- Me extendió la mano, pero negué.

- ¿Quién me garantiza que no me vas a matar?- Él soltó una carcajada.

- Bueno, creo que sería difícil matar a alguien en la playa, pero para que te sientas más segura mi nombre es Sebastian y mis cosas están justo al lado de el puesto de salvavidas.- Los dos vimos a dónde estaba señalando.

- Pues...

- Vamos, te compro lo que quieras.

-Sabes como utilizar tus poderes de galán ¿Verdad? - Dije sin pensarlo, me arrepentí de inmediato. Él me sonrió y no entendía como mi fantasma no estaba asustando a alguien por ahí.

Seguimos caminando y llegamos a una sombrilla, él buscó y me entregó una camisa azul, yo le dije que se girara, el solo sonrió y lo hizo. Ya me había puesto su camisa y su aroma me inundó.

- Te dije que no vieras.

Sonrió, aún viéndome.- Te queda bien mi camisa. Vamos, si no cierran.- Yo asentí y lo seguí.

Hablábamos de cualquier tontería mientras la poca gente nos sonreía y algunas se sorprendían. Al llegar al café pedimos nuestras ordenes y él me contaba una que otra anécdota mientras yo reía como loca.

Llegó un momento en que olvidé quien estaba sentado allí, frente de mi. Llegó un momento que el Sebastian Stan famoso se fue y una persona genial, un tanto tímida y super cariñosa estaba ahí, hablando conmigo como si nada.

Nos quedamos sin hablar por unos segundos, yo solo lo veía, detallaba cada milímetro de su rostro y me regañé internamente porque él se podría sentir incómodo. Cuando creí que le había quitado la mirada de encima su voz me asustó.

- ¿Qué tanto miras, Texas?- Preguntó mientras sonreía, ahí me acordé que le había contado de donde venía.

- Debería no contarle sobre mi a la gente que no conozco ¿verdad?- Sonreí nerviosamente y rogué para que se olvidara de mi mirada.

- No cambies de tema, Texas.- Suspiré, le tenía que decir la verdad.

- Se quien eres Stan, el villano mejor villano no villano, el lindo mejor amigo de la "libertad". Sé quien eres. No te lo dije porque tenía miedo de como reaccionarias y te observo porque no se si te pueda volver a ver.

Se quedó en silencio por un momento y comencé a arrepentirme de hablar. Después de euros segundos, ladeó una amplia sonrisa.

- No me importa que sepas quien soy, solo me importa que pasé una tarde demasiado agradable con alguien maravillosa. Y te prometo que me volverás a ver. A demás, dijiste que soy un galán.- Se encogió de hombros, queriendo restarle importancia, divertido.

-Yo... Por un momento olvidé que tu eras famoso, esta tarde aquí contigo. Y te agradezco por eso, te agradezco que me hayas invitado un café, te agradezco por darme una tarde que jamás podré olvidar y sobre todo te agradezco por ser tu.

- Después de todo no fue tan malo que te llenara de jugo.- Y ambos reímos.

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Gracias por leer, comenten que les pareció.

Voten si les gustó. Los amo y esperó que pasen unas felices navidades, voy a intentar subir capítulo en navidad.

Pd: Pensé en una novela Destiel para hacer este shot.

TDG