Vecino

3.3K 155 56
                                    

Advertencia:

Contenido sexual: No.

Consumo de drogas/alcohol: No.

Violencia: No.


[Leer nota al final]

_____________________________________

— Pues, creo si es un buen vecindario.— Entrando por la puerta principal de la casa después de pasear un rato por lo que sería su nueva cotidianidad, Keith dejó sus llaves en el perchero pegado a la pared y fue directo a dónde estaba su madre.

— ¡Te lo dije!— En la cocina, preparando lo que debería ser la cena pero apenas para ellos era el almuerzo, su mamá se movía de un lado a otro, intentando que no se quemara nada.

— Pues fíjate que si me lo dijistes, pero nunca imaginé que fuera tan agradable como lo sentí.

— Eso es porque tenías los estándares de un basurero, niña.— Su hermano tomó asiento a un lado de ella en el mesón, apagando su teléfono y poniéndolo en la mesa.

— Cállate, nadie hablaba contigo.— La muchacha hizo una mueca, queriendo burlarse de su hermano gemelo.

— Ya ustedes dos. Miren que no tenemos tiempo de pelear.— La mujer puso los platos de ambos en el mesón y estos, muriéndose de hambre, no dejaron ni que terminara de ponerles el queso.— Animales.

Ambos, como la copia que eran, sonrieron con la comida en la boca y después solo se escuchó el sonido de los platos y cubiertos siendo usados.

— Dios mío, me puedo comer 15 platos de estos.— La castaña se levantó de su taburete y tocándose la panza, se estiró, pensando en lo bueno que había estado ese pasticho.

— Supongo por eso pareces una vaca.— Su versión masculina lavaba los platos y para molestarlo, esperó a que ya estuviera terminando para colocar lo que ella había usado.— Serás imbécil...

— Para tu información, las vacas son bien bonitas.— Dió la vuelta, tomando su teléfono del mesón y dirigiéndose a las escaleras.— Y deja de hablar, esclavo, que todavía te falta desempacar.

Lo oyó insultarla antes de llegar al segundo piso y yendo a ayudar a su mamá, se preguntó que tanto podían haber tenido que después de 5 horas de desempacar, todavía le faltaban cajas.

Otras dos horas pasaron donde todos terminaban de sacar las cosas y acomodarlas, agradeciendo por haber contratado a alguien para que limpiara todo el lugar antes.

— ¿Que nos pudieron haber robado? Talvez ¿Pero que valió la pena? Absolutamente.— Los otros dos le dieron la razón, tomando en cuenta que aunque el servicio había sido súper caro, había sido bueno.— Bueno muchachones, ya yo terminé con todo lo que se me asignó, así que, proseguiré a encerrarme en mi cuarto y fingir que estoy emocionalmente estable.

— Keith.— La mujer rubia, terminando de colocar unos adornos, la reprendió, no gustandole que jugara con eso.

— Es un chiste.— Levantó las manos, buscando paz. Y pasando por una de las cajas de su gemelo, la tumbó, huyendo por su vida cuando este le gritó y comenzó a perseguirla.

— ¡En algún momento saldrás, animal!— Dentro de su nuevo cuarto, rió, encogiéndose de hombros.

— Ese momento no será ahorita, campeón.— Y lo oyó gruñir y luego irse.

Le echó una vista más detallada a su nueva cueva, gustandole como le habían quedado las luces led y como la nueva persiana se podía usar con el vídeobean. Conectó el celular a las cornetas y poniendo su playlist, prosiguió a hacer lo opuesto a lo que dijo haría, tumbadose en la cama mirando como la luz azul de afuera entraba y convertía todo un poco más deprimente.

Talvez estaba triste por el hecho de tener que mudarse tan lejos, la cantidad de memorias que dejó atrás y el saber que muchas cosas ya nunca serían igual. Pero lo que si la deprimia hasta el punto de querer llorar, era el porqué de todo. 

Despertó en una habitación oscura, el aire congelando el lugar y una manta cubriéndola. No sabía en qué momento se había dormido y tampoco había notado cuando su mamá entró. Volvió a encogerse de hombros, estirándose. Mientras se levantaba, miró la hora en su celular, marcaban las 10:30 de la noche. Suspiró, teniendo en cuenta que tenía que cambiarse si quería seguir durmiendo.

Caminando al clóset, pensó en que en algún momento tendría que llamar a sus abuelos y después de tomar una pijama de cerezas, se desvistió, quedandose solamente en ropa interior. Dejó que el frío de la habitación erizara su piel, queriendo despejar totalmente su mente. Sintió como cada vez su cuerpo se congelaba mas y echando la cabeza hacia atrás, la agitó, volviendo al presente. Se quitó el sostén, amando la libertad que esto le propinaba. Volvió a pasar un rato sin moverse y luego de tener miedo a enfermar, terminó de colocarse la pijama. Se calzó las pantuflas mientras tomaba el teléfono, volviendo a caer en la cama. Tres toques en la puerta llamaron su atención.

— ¿Estás despierta

— ¿Qué pasó?

— Mamá dice que te acuerdes de cerrar la cortina antes de cambiarte.— Mierda.— Acuérdate que ahora tenemos vecinos al frente.— Doble mierda.

Sus ojos instantáneamente pasaron a mirar al lugar indicado y en efecto, la cortina estaba completamente arriba.

— ¿Escuchaste?

— ¡Cállate!— La risa del imbécil destras de la puerta se escuchó.

— ¡Mamaaaa! ¡Keith le hizo strippe dance a los vecinos!

— ¡Pero que te calles hijo de la gran—

— ¡Keith!

— Lo siento...— Por lo menos no le dijo nada sobre el strippe dance.

— ¡Acostúmbrate a cerrar la cortina ahora o cobra por el show!— De tal madre, tal hijos.

Insultó a ambos parientes, acercándose a la ventana para mirar a la casa del otro lado de la calle. Todo estaba a oscuras, ninguna ventana estaba abierta y las cortinas no dejaban ver el interior. La muchacha suspiró, creyendo que nadie la había visto. Sin embargo, antes de que pudiera dejar de observar, una de las ventanas del primer piso se iluminó y Keith, ansiosa como siempre, cerró inmediatamente la cortina.

Porfavor, que nadie hubiese visto.

____________________________________

La continuaciones de este OS está en mi perfil, les invito a leer.

Lot of hugs.
TDG.

P.D: ¿Si me hago un tiktok hablando sobre Marvel/Fandoms y cosas randoms, lo seguirían?

Sebastian Stan One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora