Pecado

3.9K 222 28
                                    

4/4

Advertencia:

Contenido sexual: Si.

Consumo de drogas/alcohol: No

Violencia: No.

Canción: I feel like I'm drowning [Two feet down]

Advertencia: Talvez me pasé un poco con el smut, pero, ya que lo había comenzado por 365, creo que está bien.

________________________________

El beso fue un disparo preciso y profundo, que explotó la lujuria que sus cuerpos contenían reprimida durante tanto tiempo. De un momento a otro ya estaban a dentro, las piernas de Hazel envolviendo la cintura de Sebastian y las dos bocas en una guerra continua.

Poco a poco los besos de Stan comenzaron a bajar al cuello de la muchacha, que tiraba la cabeza hacia atrás disfrutando de la sensación.

En un momento de cordura que apareció ante el miedo de ser atrapados, Hazel habló.

— Sebastian, mis...mis...mis papás...— Realmente intentaba articular palabra, sin embargo la boca del mayor no le daba descanso a su cuello.

Stan gruñó aún en su clavícula y en un movimiento un tanto brusco, pegó la espalda de Haz a la pared.— Se fueron. Solo estamos tu y yo. Ya no hay más preguntas.— Y volvió a atacar su boca. Demandante.

Aunque Hazel le gustaba tomar decisiones y tener siempre su puesto bien marcado, debía de admitir que cada vez que Sebastian se ponía de tal manera, no podía dejar de hacerle caso.

No protestó cuando sintió las manos grandes masajear su torso y cuando Sebastian se acercó más, aprovechó para mover las caderas, haciendo que ante el choque, los dos gimieran.

Sebastian juntó las manos de la menor arriba de su cabeza y con la mano libre, tomó el rostro de Hazel con cuidado, haciendo que lo viera. Y despegando ambos labios lo suficiente solo para poder articular, habló.

— No seré gentil. Tu misma te has buscado tenerme más caliente de lo que alguien alguna vez me puso. Y me hicistes esperar.— Volvió a acercarse para morder el labio inferior de la menor.— No seré gentil.

Sabía que a Sebastian le gustaba jugar de cierta manera. Él se lo había dejado bien en claro. Sin embargo no pensaba que le gustaría tanto y al tenerlo ahí, con voz ronca dándole una cierta amenaza, su cuerpo reaccionó haciéndole caso, sin quejarse.

Sintió como Stan bajaba sus manos hasta sus glúteos, sujetándola mejor. Al dejar sus manos libres, las enrolló en el cuello del mayor, empezando a besar este. Mientras se movían subiendo las escaleras, a lo que ella pensaba era su cuarto, Sebastian soltaba pequeños gruñidos, apretando con más fuerza su agarre cada vez que ella dejaba un pequeño mordisco en su piel.

De un momento a otro escuchó la puerta cerrarse y sintió como su cuerpo fue recostado en la cama. Su visión se aclaró un poco y agradeció haber dejado las luces moradas encendidas. El cuerpo de Sebastian estaba rodeado por una silueta oscura y al ella estar acostada y él casi parado, se veía intimidante.

Sebastian Stan One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora