[PAUSADA] B R E A T H-Jasper Hale

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Elvis Presley, El Rey de Rock and Roll.

Tanto ella como su familia adoraban a Elvis, su música con ese tono ritmo que  hacía mover las caderas sin control era algo que los caracterizaba. No por nada sus padres se casaron primero en Las Vegas por un doble de El Rey o que en su boda oficial mientras su madre caminaba al altar en vez de que sonara la tipa Marcha Nupcial se escuchó la canción Can't Help Falling In Love en versión acústica. Clare no había nacido en ese entonces, pero podía imaginarse a su madre sonriente mirando a su padre al otro lado mientras de fondo se escuchaba una de las canciones más románticas escritas por el hombre en la historia.

La familia Sweety era más del estilo musical de los setenta y ochenta, eso nadie lo negaría.

Clare suspiró con una sonrisa y se concentro en el elegante piano.

Los demás habían ido de caza hace unos veinte minutos, ella prefirió quedarse en la casa ensayando un poco más y perfeccionar su coordinación en sus dedos.

Sintió una presencia que se acercaba, pero no se alertó ya que reconoció el perfume de quién lo portaba.

— Hola, Jasper— saludó con voz suave tratando de no perder la concentración y seguir las partituras.

El rubio no dijo nada, se acercó con lentitud estudiando a la chica tocando una maravillosa pieza de Presley. Se sentó mirando sus dedos que se movían con elegancia por las teclas, sin equivocarse.

— Eres buena— admitió con una sonrisa mirándola.

Clare sonrió volviendo a sumirse en su concentración.

Extrañamente cada vez que ensayaba esa canción siempre recuerdos fugaces aparecían en su memoria, como pequeños destellos en su cerebro. Todos de Jasper, pero sobre todo lo ocurrido hace un mes cuándo el fue a pedir su perdón y le regalo una hermosa gardenia.

— ¡Jazz!

El rubio miró a través del vidrio y pudo ver a Clare quién había salido de golpe de su casa. Podía ver la desesperación en su rostro y no dudo en bajar al instante preocupado. La castaña rojiza caminó de igual forma hacía el y se encontraron en el caminó.

— Puedo vivir sin ti— fue lo primero que soltó Clare cuándo se quedaron estáticos enfrente del otro mirándose a los ojos. Jasper sintió una puñalada después de cada una se esas palabras, así que cerró sus ojos tragando con dureza el nudo en su garganta—. Pero no quiero hacerlo.

Lo dijo tan bajó, sin aliento, pero Jasper lo escuchó con claridad. Abrió sus ojos dorados y la miró expectante.

— ¿Qué?

Clare sonrió con sus mejillas aún empapadas y brillosas por las lágrimas que habían caído hace un momento atrás.

— Jamás deje de amarte, y me reprochaba por eso. Así que cuándo volviste quise lastimarte tanto como lo hiciste conmigo, gritartelo y hacértelo sentir. Espere a que te dieras por vencido...Pero no lo hiciste— con su mano libre tocó la mejilla de Jasper, pieles cálidas en contacto—. Y mientras más seguía tratando de alejarte, me dañaba yo misma— el vampiro disfruto del tacto de su amada, suspirando por li bien que se sentía—. Te odio, pero sólo porque en realidad no puedo odiarte.