Lacrosse » Jeon Jungkook; BTS [#2] [Completa] ✔️

Capítulo 51 💚

Recomendación: Let it go - James Bay

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Las palabras de Seungho resuenan en mi cabeza. En la soledad, la poca claridad de mi auto y mirando algún punto, me preparo para lo que estoy a punto de decir. Son alrededor de las ocho con algo, no he regresado a casa desde que salí de la casa de Songyi. He tratado de ordenar mis pensamientos y preguntarme qué es lo que realmente quiero. Puede que me lleve una eternidad y probablemente sólo sea un adolescente con ganas de exagerar, pero de eso se trata, ¿no? De arriesgarse y vivir el momento. Aunque eso conlleve a que reciba un golpe en cualquier momento.

Enciendo el auto. Oprimo el pedal, muevo la palanca y giro el volante a la dirección contraria. Le dije a Jiwoon que nos veríamos en la cafetería más cercana de su casa. Menos mal y llego antes que ella. Apenas sonríe cuando la veo. Esto no va a ser nada bueno.

Con dos tazas de café para cada uno, donde los hilos de humo pasan desapercibidos, yo empiezo.

—Tengo algo muy importante que decir. —Mis dedos están entrelazados sobre la superficie de la madera. No me atrevo a mirarla por la desfachatez de persona que soy.

—De hecho, yo... —se apresurara en decir—-. Yo quiero decir algo primero.

Levanto la cara. No está tan chispeante como siempre o con esas ganas de gritar de alegría como lo hace casi todo el tiempo. No sé si decir que se ve exactamente como yo. Toma aire y prosigue, siempre sin mirarme.

—No creo que pueda seguir haciendo esto.

Parpadeo, frunzo el ceño.

—¿Qué? ¿De qué estás hablando?

—Podemos tener semejanzas y todo lo demás, pero ya no creo que eso sea suficiente. —Se relame los labios y entonces repara en mi rostro. Está tan seria que hasta dudo que sea ella—. ¿Cuándo pensabas decirme todo?

Hago amago de abrir la boca para soltar algo. La sorpresa no me deja hablar. Es por eso que sigue.

—Los chicos, ella, tú; son amigos desde siempre. No está mal, pero tú... —Sus ojos pasan a mirarme decepcionados—. ¿Por qué no me dijiste que saliste con ella? Se supone que si me lo decías debía hacer como si no me importara porque estabas conmigo, pero nunca lo hiciste, nunca me dijiste nada. Y entonces sólo pensé y pensé, y me dije que debía haber algo más para que no lo hayas hecho. Es así, ¿verdad?

No resisto que sus ojos decepcionados me miren y me digan lo imbécil que soy. Hundo la barbilla, prefiero mirar mis dedos entrelazados que yacen en mi regazo.

—Lo siento.

Percibo una sonrisa amarga cruzar su rostro.

—Ah, y no vayas a reclamarle nada a Minah por habérmelo dicho. Creo que ha sido la más sincera hasta ahora. No tanto porque tuve que sospechar para llegar hasta aquí. No soy tan tonta e inocente como todos creen.