Lacrosse » Jeon Jungkook; BTS [#2] [Completa] ✔️

Capítulo 34 💚

Aún no sé cómo llegué aquí después de haberme metido alrededor de veinte porciones de pizza de piña y champiñones. Jaekyung se comió la mitad.

El rubio insistió en comprar pollo y sodas, la muy clásica combinación coreana de comida chatarra. Si bien, soda no es, más bien es cerveza, pero teniendo en cuenta que yo no bebo, no compró ninguna. O es lo que creí unos minutos después, cuando llegamos a las orillas del río Han y me mostró el paquete de latas que sacó luego del pollo y la soda. No sé cómo lo hizo y en qué momento, pues a los menores de edad no le venden nada que contenga etanol.

No me molesté, pero le dejé en claro que no iba a beber y que si se embriagaba más de la cuenta no me iba a esforzar en pensar cómo llevarlo a casa.

También compramos snacks. En eso sí estuve de acuerdo. Se supone que esto no es el protocolo, pero por ahora lo voy a dejar pasar y ya mañana me lamentaré y me regañaré por hacerle caso a este chico. Oh, y me meteré más horas al gimnasio... Y él irá conmigo.

¿Cómo es que me dejo convencer de Jaekyung?

—Realmente no sé cómo es que te hago caso —comento abriendo una bolsa de papas—. Necesito a la Songyi de antes. ¡Songyi, vuelve! —suplico con una sobreactuación, mirando al cielo.

—Déjala donde quiera que esté —repone él abriendo la bolsa donde están las cajitas de pollos—. Si regresa es seguro que nos pondremos a pelear.

—O a debatir los últimos marcadores del torneo nacional.

Jaekyung me guiña un ojo con aprobación.

Creo que son alrededor de las siete y media, no lo sé, no he revisado mi teléfono, y estoy segura que Jaekyung tampoco. Llevamos bastante rato fuera de casa, comiendo y viendo que hay de bueno por la cuidad como dos indigentes. Jamás creí que me llamaría así.

La brisa es fresca, agradable. Afortunadamente no es la acarolada noche que suele haber en la mayoría de los días de verano, hoy ha sido la excepción. Las pocas ilumurarias que nos cae provienen del puente y las farolas.

Abre una de las latas, haciendo el típico sonido. Pienso que es una soda, pero no, es una cerveza. Toma un largo trago para luego deleitarse con la misma.

—Esto está delicioso. Deberías probarla.

—Paso. —Agarro una de las sodas y doy un trago sin nada de dramatismo como él.

—Esta vez no vas a embriagarte... No como la última vez. —Pasa el recipiente debajo de mi nariz, como para tentarme—. ¿En serio no quieres?

—¿Piensas volverme una alcohólica?

—Ese es un gran prejuicio, y es lamentable si viene de ti.

—Es un truco mental, lo conozco. Y Corea está dentro de la tasa más alta si nos referimos a problemas de alcohol. No juegues, Jaekyung.