Lacrosse » Jeon Jungkook; BTS [#2] [Completa] ✔️

Capítulo 03 💚

Jaekyung, Jaekyung, Jaekyung... No me agrada.

¿Debo agradecer que no esté en mi salón? No, Dios, eso no es suficiente. Te lo agradecería si quitaras a Jungkook del salón también.

Ahora que lo pienso, es contradictorio que diga eso en vista de que me gusta molestarlo y amargar cualquier momento de su triste vida. Quizás sí estoy agradecida de tenerlo en mi salón. En cuanto a Jimin... Él no me sirve.

Pero volvamos al tema de Jaekyung. Es irritante, creído, ególatra, tiene delirios de grandeza, es egocéntrico y un montón de cualidades que detesto solo si no se trata de mí y nada más de mí. En definitiva, es otro Jeon Jungkook.

Hasta donde sé quiere la capitanía, o eso es lo que he deducido en los días que lleva aquí. El entrenador está teniendo un debate por eso. Aunque ni tanto, sé que quiere ponerlo de capitán. A lo mejor suceda después de nuestro próximo partido para así decidirse de una vez por todas. Sé a quién no le va a caer bien eso. A mí me da igual, no voy a pelear por algo así y dejarme llevar por mis emociones como lo hacen esos dos. Solo quiero ser la mejor, y si soy la mejor, también pueden darme la capitanía. Aunque ya dije, no me enfoco en eso, solo en opacar al resto.

Por otro lado, no me vendría mal que Jaekyung y Jungkook armen sus conflictos y terminen arruinándose solos. Quizás con un poco de psicología apresure todo.

Estoy agradecida porque las clases terminaron. A pesar de haber empezado las clases en Corea hace como un año, aún no me acostumbro a la historia coreana, a sus guerras, sus conflictos y todo lo que tiene que ver con sus eras. Aunque me gusta la poesía coreana contemporánea. Al tío Hobi le gustan los poemas, supongo que tengo buena influencia. A mis padres también les gusta la literatura, pero en otro aspecto. Y lo afirmo con la biblioteca repleta de libros de todo tipo de géneros que tenemos en casa.

Mientras escucho hablar a Minah sobre lo necesitada que está por renovar su armario, busco entre mis cosas mi libreta de partiduras. Papá me mataría si la pierdo. Por si lo preguntas, mi padre me enseñó a tocar el piano, y ahora demuestro mis dotes en el taller de música. ¿Qué me enseñó mamá? Bueno... Me enseñó a maquillarme. Bah, también otras cosas, como matemáticas y todas esas reglas para encuadrar un dibujo perfectamente. Ya sabes, los puntos de fuga y todo eso.

—Creo que perdí mi libreta —hablo, todavía sumergida en la esperanza de que soy yo la ciega y que la libreta debe estar entre mis demás cuadernos.

—¿Me estás escuchando? —chilla.

—Necesitas ropa para esta temporada. Colores pasteles para esta primavera, zapatos y un nuevo look para verte bien cuando veas a Kangchul. No te cambies el color de cabello, no podría verte con un rosa pastel o un celeste pastel. Qué horrendo. —Me doy un momento para mirarla con cara de asco y luego volver a lo que estaba haciendo.

Creo que quedó algo perpleja por la manera rápida en que hablé.

—Oh... Sí escuchaste.

—Mi cerebro es rápido. Escucha. Creo que dejé mi libreta en el salón de música. Adelántate, iré por él.