Lacrosse » Jeon Jungkook; BTS [#2] [Completa] ✔️

Capítulo 38 💚

Denle suave que wattpad me quita leídas :'v

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Buscando a Nemo... Es decir, buscando a Minah

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Resulta ser que en realidad Hoseok y la mamá de Jaekyung no entraron a la habitación a hacer eso que precisamente Songyi y yo pensamos. Lo que alcancé a distinguir fue cómo el tío de Songyi le mostraba una libreta con, al parecer, canciones hechas por él. Supongo que alguna dedicación, no lo sé.

Todavía me tiene sorprendido que Songyi haya llegado a esa conclusión. ¿Yo? Bueno, yo soy otro caso, yo soy más pasable. ¿Pero ella? ¿La señorita perfecta que expande su mente a otras variables? Eso ya es más significativo.

Después de que sus risas desparecieran junto a su presencia, esperamos algunos minutos para salir en cautela. Verla sonrojada es un gusto que me voy a dar el lujo de presenciar por lo menos durante los próximos diez minutos. Mientras la llevo de una mano, con la otra, en un puño, la mantiene en sus labios a la par de que me mira con el ceño fruncido y sus pálidas mejillas ahora carmesí. Le sonrío descaradamente en un intento de insinuarle lo bien que me lo pasé allá adentro.

—Me gustan los armarios.

—Me ves tan tranquila, pero en mi mente ya te he matado unas tres veces. —A pesar de tener las mejillas rojas el tono tajante de siempre no desaparece.

Sonrío con más ganas, porque si lo que pretende es hacer que me arrepienta o sienta mal, está mal, es al contrario. Hago el amago de interrumpir su espacio personal, se da cuenta, por lo que da un paso atrás, en la defensiva. No obstante, la voz proveniente de la entrada del pasillo nos pone en alerta. Pronto nos damos cuenta que se trata de Namjoon que viene hacia acá. Miramos a todas partes, entonces Songyi se apresura en arrastrarme hasta el baño que está al final del pasillo.

—¿Chicos?

Aunque las cosas no pueden salir tan perfectas siempre, ni siquiera para Songyi.

Nos cacha infraganti, con la castaña a un paso de entrar al baño y yo siguiéndole de la mano.

—¿Qué hacen?

Mi cerebro me dice que seguramente a Songyi se le pasó en la cabeza algún comentario sarcástico.

Da pasos hasta nosotros, para rematar Hoseok se aparece casi al instante. La castaña hace un esfuerzo por no maldecir, yo ni siquiera tengo idea de qué cara poner, aunque, sí, esta situación es incómoda. Y más si Hoseok nos está mirando de esa forma tan pícara.

—El baño no es una cabina telefónica, ¿o sí? —repone ella.

—Sí, pero tampoco creo que sea necesario que entren dos personas —contraataca él con serenidad.

—A menos que... —Hoseok entrecierra los ojos, nos mira inquisitivamente.

Ella y yo nos alarmamos. Ahora puedo sentir la calentura ascender por mi cara, y no precisamente esa calentura que estás imaginando.

—¡No estaba planeando hacer nada de eso! —taja de inmediato.

—Sus gestos dicen lo contrario. —Su vista cae directamente a nuestras manos entrelazadas, entonces nos apresuramos en soltarnos.

—Creo que no están pensando bien las cosas —me atrevo a intervenir—. Definitivamente no es eso que piensan.

—Sí, sí, sí, todos los jóvenes dicen lo mismo. La edad de la calentura. La próxima vez sean más cuidadosos. —dice mientras hace ademanes con una mano como para quitarle importancia y se va alejando por donde vino.