Capítulo 25 💚

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¿Un malentendido?... ¿Quién sabe?

***

Después de observar mi mano gotear en considerables cantidades como si fuera una lunática amante del dolor y la sangre, y ver como el tejido conectivo cae en la alfombra, voy al baño en busca del botiquín médico. Cuando las personas están enojadas, aparentemente, todo sale mal; y lo confirmo ahora que estuvo a punto de rebalarse el botiquín, directo a mis pies. A más de eso, los recipientes también intentan caer de mis manos.

Suelto una queja en un gran intento de no soltar alguna palabra horrible.

Creo que me voy calmando a medida que vendo mi mano y dejo que el silencio reine en el cubículo y en el resto de la habitación.

Regreso a mi cama con ganas de dormir a pesar de que no tengo sueño, y ahí en donde me doy cuenta que sigo enojada, que aún no puedo encontrar paz interior porque hay algo que no me deja. No sé si es por el hecho de que discutí con Jungkook o porque casi todos me vieron en una mala situación.

Suelto un largo suspiro, me arrecuesto en la cabecera de la pequeña cama y, entonces, entra una Minah muy alarmada.

—¿Estás bien? —suelta—. Me dijeron lo que pasó. ¿Es otra de tus crisis?

—No hagas escándalo, harás que me duela la cabeza.

Su semblante preocupado se relajada. Mucho antes de enojarse por mi forma tan indiferente de hablarle, me sonríe con cierta comprensión. Toma asiento en el borde de la cama, a mi lado, y repara en mi herida.

—Mira, hasta te hiciste daño. ¿Deberíamos ir a un hospital? —Niego—. Songyi...

Sus palabras suaves solo provocan que me vuelva sentimental.

—No me siento bien, Minah. —Mi voz se quiebra. A pesar de ser amigas, ella jamás me ha visto así. A veces no quiero ser fuerte, ahora quiero ser débil, al menos así puedo desahogarme. No obstante, soy demasiado orgullosa para hacerlo.

Se arrastra sobre el colchón, su espalda toca la madera de la cabecera y sus brazos me consuelan. Pocas lágrimas salen de mis ojos.

Ella, como es de esperarse, ya que su familia es muy allegada a la mía, está al tanto de todo lo que pasó. Nunca hace preguntas, quizá por temor a mi reacción, por comprensión o por órdenes de sus padres en vista de que es un tema delicado.

—No todos los días tienes que ser Songyi, la que parece no importarle nadie más que ella misma; algunas puedes ser solo Songyi... Como ahora. No está mal sentirse derrotado algunas veces.

Asiento con la mirada baja y en lo que remueve mis lágrimas. Al segundo el estruendo de la puerta nos alarma. Nos tranquilizamos al ver que se trata de Taehyung, que se ve preocupado. No vacila en acercarse con su respiración agitada y soltar:

—¿Qué te pasó, Songyi? ¿Te sientes mal? ¿Te hicieron algo?

Al igual que a mí, a Minah aquello le causa ternura. La susodicha me suelta y me dice que nos dejará hablar tranquilos. Asiento, y antes de que pueda marcharse, le da una sonrisa amigable a mi amigo, que estoy segura, le hizo dar un brinco a su corazón. Eso es una metáfora, científicamente es imposible.

Tae toma asiento en el borde de la cama, en el lado contrario de donde Minah se sentó.

Vacilo un poco. Es Tae, mi amigo, pero no estoy segura si debo hablar.

—Me asusté mucho, Tae. —Procuro no levantar la cara; me siento avergonzada.

—¿Por qué? ¿Alguien te lastimó?

Lacrosse » Jeon Jungkook; BTS [#2] [Completa] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora