Lacrosse » Jeon Jungkook; BTS [#2] [Completa] ✔️

Capítulo 28 💚

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Si me hubieran dicho que estaría sentada en el césped, bostezando, con el codo hincado en la pierna, mi mejilla apoyada en mi mano y observando a Jungkook lanzar la pelota al arco, no hubiese venido, en serio. Por mí que lo partiera un rayo. Aunque eso es básicamente poco probable, la probabilidad de que le caiga un rayo es 1 de cada 3.000.000. Punto a su favor: los hombres tienen el cinco por ciento más de probabilidad que las mujeres en ser atacados por un rayo, y aquellos están entre los 15 y 35 años, así que, mi amigo Neisseria gonorrhoeae, parece estar un poquito más en problemas que yo.

Se me escapa otro bostezo y pregunto:

—¿No estás cansado? Tuvimos un partido hace poco y no haces más que lanzar pelotas. Así no salvarás el mundo, Superman.

Otro bostezo.

—Supongo que ya descansé lo suficiente —responde sin detenerse.

—Ajam, sep. ¿Por qué no me dices de una vez lo que sea que tienes que decirme? ¿Sabes? Tengo padres y en cualquier momento van a llamar porque su hija salió de casa sin decir alguna palabra. —Concluyo ofreciéndole una ligera sonrisa forzada cuando por fin voltea a verme.

Siento que solo está matando el tiempo porque no sabe cómo dirigirse a mí. Y debo admitir que eso me pone inquieta, pues estoy segura que va a referirse a un tema que me pondrá incómoda.

Lanza nuevamente la pelota, está por repetir el mismo proceso, pero se detiene y se vuelve a enfocar en mi cara.

—Ve a terapia —suelta. No quiero ser evidente, no obstante, no puedo evitar abrir los párpados más de la cuenta y a su vez fruncir el ceño. Jungkook sabe que lo que ha dicho no es algo simple, por lo que deja el stick en el piso y se sienta frente a mis narices—. Tal vez no debí decirlo así. Lo siento de ante mano.

Bien, está siendo delicado. Y, como una persona civilizada y que sabe escuchar, voy a callarme antes de llegar a una conclusión errónea. Sin embargo, estoy nerviosa, sé a que va todo esto, y se supone que este tema debía quedar muerto entre los dos, si por eso fue que traté de ignorarlo lo más que pude. Al menos esperaba que lo haya notado.

—No finjas que todo es perfecto —añade, mirándome a los ojos. Mis iris tiemblan ante los suyos—. Cuando finges que todo es perfecto, niegas la existencia de tus problemas, y cuando sucede eso, te niegas a la oportunidad de mejorar. Solo fíjate en mí, quería mostrarles a todos que era el mejor, pero me deprimía solo porque quería ignorar la situación en la que estaba con papá. Nuestros problemas no están a la misma escala, pero aún así trato de que me entiendas... ¿Se entiende?

Hace un mohín avergonzado, como si temiera de mi reacción.

Yo... No tengo palabras. ¿Por qué le da tantas vueltas al asunto? No es su problema. Y no me malinterpretes, mis pensamientos no son molestos gracias a él, es que estoy sorprendida.