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—¡Hey! —Decía con una hermosa sonrisa, mientras se movía lentamente de un lado a otro— Te dormiste sobre mi toda la noche, me duele todo el cuello, y mas me duele la cintura —Un puchero fue formado en aquellos labios rozados y el mayor con gusto l...

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—¡Hey! —Decía con una hermosa sonrisa, mientras se movía lentamente de un lado a otro— Te dormiste sobre mi toda la noche, me duele todo el cuello, y mas me duele la cintura —Un puchero fue formado en aquellos labios rozados y el mayor con gusto le dió un pico.

—Fuiste tu el culpable, me rodeaste con tus brazos y ya no pude salir. Además eres demasiado cómodo y eso me hizo dormir como bebé, prometo reconpensarte con un masaje.

Taehyung estaba amando esa sonrisa de su Hyung, cerraba los ojos y eso formaba pequeñas arrugas de felicidad, sus labios se ampliaban y después dejaban ver esos dientes blancos y relucientes. Así era Jin, tan malditamente reluciente y brillante.

—No pusiste mucho esfuerzo —¿Era normal que estuviera tan feliz? Su corazón podría salirse de su pecho y correr libremente gritando lo mucho que le emocionaba estar con Kim Seokjin.

—Pues tu si pusiste mucha resistencia.

Después de aquella bomba de besos de anoche, ambos se quedaron dormidos, uno arriba del otro y Taehyung era el de abajo. Aferrándose fuertemente a Jin, Jin podía escuchar el corazón del azabache y su cuerpo se elevaba junto a la respiración de su menor. Se había vuelto su sonido favorito.

—Eres hermoso hasta cuándo despiertas —El menor había perdido su filtro, literalmente estaba diciendo lo primero que se le pasará por la cabeza. El mayor se sonrojo al instante y subió hasta sus labios una vez más, para tocar los del castaño— ¿Eres real?

—No, soy un fantasma y he venido a llevarme tu alma —Dijo con cierto tono de burla.

—Entonces ¿Por qué no la succionas empezando por aquí? —Señalo sus labios en forma de puchero y Kim Seokjin ya no podía decirle que no.

—No sabes lo mucho que anhele volver a besarte —Sus labios volvieron a unirse, con un toque único y tierno que dejó a ambos eufóricos y con ganas de tener más de eso.

—Yo no sabía cuánto necesitaba de un beso tuyo para ser feliz...

—¿Eres feliz con un beso mío? Puedo besarte en todas partes y tan solo así podría ser el mensajero de tu felicidad.

El pelinegro tomo el rostro de su menor y comenzó a dejar castos besos por todos los rincones posibles. Un ligero empujón hizo que ambos sonrieran, pero el castaño seguía con cierto nerviosismo.

—Para. Creó que podría volverme adicto a esto.

—¿Tan malo es volverse adicto a mi?

—Probablemente lo sea, yo aún no lo sé.

Mierda... De nuevo su mirada estaba en esos gruesos y maltratados labios rozados. Tae sabía que había hecho de ellos lo que quisiere el día de ayer, pero no podían quitarse las bocas de encima, eran como dos imanes.

—Ayer te hice sangre —Acaricio delicadamente aquella parte morada y maltratada del labio de su mayor. A Jin no le importaba, ni tampoco le dolía. Pero ciertamente el toque de Taehyung ardía como el infierno.

Cᴀᴜsᴀ ʏ ᴇғᴇᴄᴛᴏ|🛑|ᴊɪɴᴛᴀᴇWhere stories live. Discover now