Cᴀᴜsᴀ ʏ ᴇғᴇᴄᴛᴏ|🛑|ᴊɪɴᴛᴀᴇ

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—Te dije que te buscaría cuando regresará, Jimin no quiso darme tu número así que yo le di el mío —El joven castaño creía que iba a colapsar ahí mismo. La voz de Jin le hizo sentir un hormigueo intenso por todo el cuerpo.

—A-aa... Jimin suele ser así —Su voz temblaba más que nunca. Era peor que un estudiante que no repasó sus apuntes en el examen de álgebra— Tu... ¿C-cómo has estado?

—He estado bien —Un suspiro salió de a linea— Me gustaría verte, estoy emocionado de verte de nuevo, hay tantas cosas que decirnos —Tae casi salta de alegría al escuchar esas palabras.

—¿Cuando sería?

—¿Se puede hoy?

—Si, siempre se puede —Jin sonrió en la línea y tae también lo hizo— ¿Quieres venir a mi casa? ¿O quieres salir a algún lugar?

—Bueno, creo que tú casa sería mejor, así ya sabré a dónde ir cuando haga alguna travesura —Sonrío travieso al otro lado de la línea y tae no uso evitar recordar los mejores años de su vida, los cuales habían ocurrido con jin— ¿Puedes pasarme la dirección?

—Claro que si, te la mandaré por mensaje —Tae jugaba con sus dedos mientras mordía su lengua y le decía como llegar a su casa.

—Te veré ahí dentro ¿De?

—Dentro de una hora —Dijo seguro.

—Dentro de una hora —Repitió Jin— Ahí nos vemos amigo.

Jin colgó y Tae no pudo evitar gritar. Iba a ver a su mejor amigo después de tantos años.

¿Cómo será el? ¿Que había hecho de su vida? ¿Cómo fue el extranjero para el?

—Tae —Se repitió a el mismo después de ver el desorden que era su casa— ¡TREMENDO IDOTA! NO DEBES DEJARTE LLEVAR POR LA EMOCIÓN DEL MOMENTO.

Era hora de ordenar todo antes de que Jin viniera. Jimin siempre le decía que limpiará un poco, en estos momentos se odiaba por no haberle hecho caso y por odiar que no haya retenido a Jimin para que lo ayudara a limpiar.

Tae comenzó a ordenar, fue algo demasiado cansado, pero pudo terminar antes y darse un buen baño para recibir a Jin.

—Agotador —Se tiro en aquel sillón de su sala mientras miraba su celular— No tiene fotos de el, mucho menos dice que está en una relación... Probablemente Jimin se equivoca.

La puerta sonó. Tae se levantó y acomodo su pantalón y camisa antes de abrir. Se puso serio y abrió la puerta.

Su vista se fijó en unos zapatos negros, fue subiendo poco a poco hasta ver unos pantalones grises y al subir más vio una camisa blanca fajada, dejando apreciar la cintura de aquel chico, con un abrigo de cuadros ¿Quién era el rostro de tanta elegancia y de un buen cuerpo?

Su rostro subió hasta quedarse plasmado en aquellos ojos obscuros y en esa sonrisa de oreja a oreja. El elegante chico se lanzó sobre Tae y lo abrazo fuertemente.

Tae no sabía que hacer, se quedó inmóvil. ¿De verdad ese chico era Jin?

¿Desde cuándo Jin era tan alto? ¿Desde cuándo Jin vestía tan formal?

—Creo que no estás tan feliz de verme —Jin quería bromear un poco con Tae.

—C-claro que estoy feliz —Esta vez era Tae abrazando a Jin, y Jin correspondiendo. En pocos minutos Jin estaba sentado en ese sillón y Tae le estaba trayendo un vaso de zumo de naranja.

—Realmente tu departamento es lindo.

Tae no podía creer en el hombre que de había convertido Jin. ¿Acaso mencioné que Jin se había quitado el abrigo? Por qué dejaba ver lo ancho que eran sus hombros y su clavícula marcada, con ese hombre cualquier tragaria en seco.

Tae recordaba que Jin era pequeño, pero ahora era un poco más grande que el. Sus ojos eran profundos, sus labios eran gruesos y rosados. Su nariz era fina y sus cejas bastante abundantes. Su pelo era negro y un poco largo. Jin era tan sexy.

<<¿Sexy? ¡¿Sexy?! Tae deberías dejar de pensar eso, tu tienes novio>> Se repitió el en su cabeza.

—Has cambiado mucho —Casi se le corta la voz al decir eso y desviar la mirada de esos ojos atrapadores que parecían seguirlo a todas partes.

—Tu también has cambiado mucho —El pelinegro le dió un trago a su zumo y después miró a Tae— Supe que tenías pareja y me sorprendió mucho al saber quién era.

Si Tae fuera el que tomo del zumo, ahora estaría ahogándose.

—¿Cómo te enteraste? —Pregunto con cierto rubor en su rostro.

—Digamos que... —Solo fueron unos segundos de silencio, pero Tae los sintió eternos— Digamos que tu novio me lo dijo el día que llegue.

Tae quedó el silencio y paralizado. ¿Jungkook sabía que Jin está a de vuelta? ¿Por qué no le dijo nada a Tae?
Ahora Tae estaba muy molesto y su cara lo demostraba.

—Tranquilo Tae, yo le dije que no te dijera que estaba aquí —Jin mentiroso.

—Ohh, ya entiendo —La cara de Tae comenzó a regresar a su color natural— ¿Seguiremos siendo amigos después de esto?

—Claro que si, sería tonto terminar una amistad de tanto tiempo por una preferencia sexual —Tae comenzó a beber del zumo de naranja— Además... Siempre supe que te gustaban los hombres —Ahora si, Tae está vez si escupió el zumo y estaba empezando a ahogarse con el.

Se recuperó con rapidez y no era capaz de mirar a jin a los ojos de nuevo.

—Si tan solo me hubieras dicho que estabas enamorado de mi en ese entonces —El corazón de Tae latía rápidamente, las palabras de Jin eran un daño muy grande para su frágil corazón— Yo me habría quedado y te hubiera correspondido —Tae había olvidado como se respiraba y como distinguir un sueño de la realidad, por qué ahora mismo quería pellizcarse— Por qué ambos nos sentíamos iguales —La risa que soltó Jin, hizo que Tae quisiera llorar de arrepentimiento y confusión.

—Yo...

—Me alegro que el destino nos una de nuevo, estoy feliz por qué tengas una buena pareja y por verte de nuevo —Tae al fin pudo mirar a Jin de nuevo.

—Sabes que no creo en el destino —Dijo el castaño con un ligero rubor.

—Tómalo como quieras —Jin era tan natural— Déjame ser de nuevo una causa en tu vida —Jin de levantó y abrió los brazos a Tae. Sin pensarlo dos veces, este se aferró a ellos y comenzó a llorar.

—Me hiciste tanta falta Jinnie, no sabes lo mucho que te extrañe.

—Yo también te extrañe, mi querido Tae

De verdad espero que este libro este siendo de su agrado, les mando un besito en el siempre sucio <3